Las nuevas tecnologías se han convertido en un instrumento muy empleado por las nuevas generaciones. La presencia de estos dispositivos está asegurada a casi todas horas, incluso cuando deberían estar realizando otras labores, como por ejemplo atender en clase. ¿Debe permitirse a los más pequeños acudir al colegio con el smartphone o por el contrario debe limitarse su uso en estas horas lectivas?
Varios expertos en educación lo tienen claro: el smartphone no tiene cabida dentro de las clases. Así lo explican varios profesores a BBC, en donde explican que no hay que temer la prohibición de estos dispositivos en las aulas. Una posición que se basa en las distracciones que provoca y en los casos de ciberbullying.
Alumnos distraídos
Katharine Birbalsingh, profesora en la Michaela Community School de Wembley señala que el smartphone no tiene cabida en esta escuela en tanto que distraen a los alumnos e interrumpen su concentración. Una solución intermedia para aquellos padres que tengan que contactar con sus hijos por algún motivo es la de dejar los telefónos inteligentes en las mochilas y con los datos desconectados.
De esta forma, en caso de una llamada de emergencia el niño puede responder sin distraerse por las notificaciones de aplicaciones de mensajería instantánea o novedades en redes sociales. En esta misma línea se posiciona Timothy Gibbs, profesor de la escuela superior Reepham, quien apuesta por la prohibición de los smartphones en clase para asegurar una mayor interacción entre los estudiantes.
Llegada la hora del recreo o del almuerzo, muchos alumnos empleaban este tiempo en consultar sus móviles en lugar de hablar con sus compañeros. Con esta prohibición también se previenen casos de ciberbullying al impedirse casos como la grabación de algunas situaciones de acoso.
Mejora en las notas
La opinión de estos profesores no es la primera que señala los beneficios de prohibir los smartphones en las escuelas. Un trabajo de la London School of Economics recabó información de numerosos colegios de Reino Unido para analizar su política con estas tecnologías y las notas presentadas por sus alumnos.
Aquellos centros que tenían políticas prohibitivas con los smartphones presentaron una mejora del 6,41% en sus notas escolares. Un dato que recuerda a los profesores la necesidad de estar atentos al uso que sus alumnos hacen de estos dispositivos. Aunque también hay quienes afirman que la utilización de estos dispositivos puede ayudar de forma positiva a los alumnos, no hay políticas estandarizadas sobre el buen uso.
Esto da lugar a que los estudiantes realicen un mal uso de sus smartphones durante el horario lectivo. Esto hace que puedan distraerse en estos momentos, dando lugar a peores calificaciones al final del curso académico. Por este motivo se recomienda a los padres y profesores que presten atención a esta realidad que sucede dentro de sus colegios.
Damián Montero
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