Los padres son el primer espejo en el que se miran los hijos y desde el que empiezan a aprender diversos valores. Uno de los más importantes que se pueden transmitir es el perdón. Y es que, ¿quién no ha tenido alguna vez un encontronazo con un amigo, o familiar? Ninguna relación es perfecta y, en ocasiones, pueden darse enfrentamientos que generen sentimientos como el rencor.
Para una buena gestión de las emociones es muy importante que los padres enseñen a dejar a un lado el rencor y a que perdonen. Tal y como indican desde el equipo de Great Schools aferrarse a estos sentimientos no es bueno y termina por pasar factura, dando lugar a situaciones como la ansiedad, e incluso la depresión. Por otro lado, esta educación garantiza un bienestar psicológico mayor y un desarrollo basado en la empatía.
La importancia del perdón
Perdonar es cambiar, de manera intencionada, los sentimientos que se profesan hacia alguien que nos ha herido o perjudicado. Es el primer paso para dejar ir las emociones negativas, y cualquier intento de buscar represalias. No ha de confundirse con una personalidad débil, ni tampoco con una justificación de lo que la otra persona hizo contra nosotros.
El perdón es simplemente el primer paso para abandonar los sentimientos de resentimiento, y venganza, y el comienzo para empezar a sentirse mejor. De esta forma, el intento de seguir el conflicto, cambia hacia un enfoque de comprensión y una mayor empatía hacia la persona que nos hizo daño. En el caso de los niños, les permitirá recuperarse y a tratar esas sensaciones que surgen cuando alguien los lastima.
En cambio, cuando los niños no perdonan se quedan «atascados» en la situación que les ha causado dicho dolor. Cada vez que recuerden ese momento, volverán a experimentar la misma respuesta y, al mismo tiempo, sentirán estrés. De esta forma, el resentimiento activará algunas regiones el cerebro involucradas en la gestión de emociones tales como el miedo, o la furia.
Enseñar a los niños a perdonar
Para enseñar a tus hijos cómo perdonar, y dar un gran salto en la gestión de sus emociones, podemos aplicar técnicas como las siguientes:
– Comprensión. El primer paso para aprender a personar es comprender. No solo los motivos que llevaron a la otra persona a actuar de ese modo, sino a ser conscientes de todos los problemas que puede traerles mantener el rencor.
– Trabajar en la humidad. Esta vez les tocará a tus hijos perdonar, pero quién sabe si en poco tiempo ellos querrán ser perdonados. Ser humildes, y conscientes de que no somos perfectos, es un gran paso.
– Dar ejemplo. Y, otra vez más toca recordar el papel que tienen los padres frente a sus hijos. Son la primera figura de la que aprenderán comportamientos. Por ello, si se quiere que aprendan a perdonar, los padres tendrán que ser los primeros que muestren cómo hacerlo.
Damián Montero
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