Inculcar valores como la inclusión y la tolerancia desde edades tempranas es esencial para el funcionamiento armonioso de cualquier sociedad. Cuando los niños aprenden a respetar y a aceptar a los demás, independientemente de sus diferencias, se fomenta la convivencia pacífica y se crea un ambiente mucho más positivo. Así mismo, puede además ayudar a prevenir diversas formas de discriminación y violencia.
Por otro lado, estos valores son importantes también claves para el desarrollo personal y social de los niños. Ya que, cuando se sienten valorados, tienden a tener más confianza en sí mismos y en su lugar en el mundo. Además, aprenden a ser más empáticos y compasivos con el resto de las personas, lo que influye positivamente en sus relaciones personales y su capacidad para trabajar en equipo.
La inclusión y la tolerancia son precisamente valores fundamentales en la pedagogía Montessori. Al basarse en el respeto por el niño y en la creación de un ambiente que fomenta su independencia, autonomía y responsabilidad, se inculca a los niños la importancia de aceptar a todas las personas tal y como son.
Desde este método, se motiva a los niños para que jueguen y trabajen juntos, de manera respetuosa y cooperativa. Además, a través de lecturas y actividades se les presentan oportunidades para que aprendan sobre diferentes culturas y estilos de vida.
La inclusión y la tolerancia en la educación Montessori
Esta eficaz pedagogía promueve en este sentido la inclusión y la diversidad. Pues, en primer lugar, motiva el desarrollo de cada niño proporcionándole libertad para trabajar a su propio ritmo. Y, en segundo lugar, crea un ambiente en el que los niños se sienten respetados y valorados, independientemente de sus habilidades o dificultades.
Desde este enfoque, existen varios consejos que podemos seguir para inculcar desde edades tempranas valores como la inclusión y la tolerancia:
1. Hablarles directamente de estos conceptos: explicarles a los niños la importancia de la inclusión y la tolerancia y de por qué deben aceptar y respetar a los demás sin considerar diferencias de cualquier tipo.
2. Inculcarles respeto y comprensión: dado que los niños pueden no conocer los límites, hay que marcar normas de respeto claras para que sepan que el respeto es clave en cualquier relación humana.
3. Construir un ambiente inclusivo: debemos intentar que el entorno sea siempre accesible a los niños. Para ello, tendremos que ir adaptando los materiales para que puedan desarrollar tareas cada vez más complejas de manera autónoma e independiente a sus habilidades iniciales.
4. Impulsar la cooperación y la diversidad dentro de su entorno: mostrarles diferentes formas de vida y culturas es positivo para que comprendan la diversidad del mundo. Además, es importante fomentar el trabajo en equipo y con diferentes amigos y compañeros, para que aprendan el valor de la colaboración de forma cooperativa y no competitiva.
5. Entrenar el comportamiento para evitar actitudes dañinas: conversando con ellos y mostrando ejemplo, podemos modelar su comportamiento para que no comentan faltas de respeto a otras personas.
6. Fomentar su inteligencia emocional: debemos ayudarles a desarrollar la empatía y a manejar conflictos de manera saludable. Así mismo, es importante que aprendan a pedir perdón y a ser capaces de identificar sus errores.
En definitiva, a través de la pedagogía Montessori puede promoverse la inclusión y la tolerancia gracias a trabajar la independencia desde la comprensión y el respeto a todas las personas. Además, de este modo, podemos potenciar su bienestar social y emocional y favorecer su desarrollo personal y social de forma saludable.
Abigail Kay. Head of Infants de TEMS, The English Montessori School
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