Aunque hay más mujeres que hombres graduadas en la universidad, el acceso a puestos de responsabilidad y gestión, continúa siendo muy desigual. En 2021, la brecha salaríal entre hombres y mujeres es de un 17 por ciento en España y, por este motivo, la educación en igualdad resulta imprescindible para crear una sociedad igualitaria en el futuro.
Actualmente, uno de los valores más reivindicados de la sociedad de hoy es la igualdad de género. En torno a este pilar básico, son numerosos los esfuerzos y avances que se han realizado para reducir la brecha de género. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer en términos de igualdad.
Si bien han existido ramas del conocimiento que se han asociado a los hombres, como la ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas, la realidad nos está demostrando que a pesar de que en el terreno de la educación, las niñas y adolescentes ya pueden acceder a los estudios que desean y ver cumplido su sueño de estudiar lo que les gusta en la universidad, cuando llegan al mercado laboral convertidas en mujeres el panorama con el que se encuentran es muy distinto, ya que está lleno de obstáculos.
El techo de cristal a nivel profesional
Cada vez son más las mujeres que se decantan por carreras vinculadas a la ciencia, las matemáticas y a la tecnología. No obstante, según los últimos datos del INE sólo el 12% de los graduados en carreras STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) son mujeres, frente al 88% de hombres.
En cambio, el sector de los cuidados es el que copan las mujeres. Así continúan siendo predominantes en enfermería. Según datos del INE en 2019, el 84,2 por ciento de las enfermeras en España son mujeres, frente a un 15,8% de hombres.
Algo similar sucede en el ámbito educativo, donde dos de cada tres profesores, es decir, el 66,5 por ciento son mujeres. Una tendencia que se ha mantenido durante décadas y sólo desde la incorporación de la mujer al mercado laboral ha ido paulatinamente modificándose.
Sin embargo, lo más llamativo es el «techo de cristal» que impide que las mujeres lleguen a puestos de responsabilidad y gestión en igualdad de oportunidades y condiciones que sus compañeros masculinos. Actualmente, solo uno de cada cuatro miembros de un consejo de administración en las empresas españolas son mujeres (27%), y si hablamos de la administración pública la diferencia es aún más evidente. De los veintisiete Estados que conforman la Unión Europea, sólo tres (el 11,1%) cuentan con una mujer al frente del Gobierno.
Por todo ello, es innegable que una educación en valores como la igualdad o la equidad hoy es necesaria para romper el techo de cristal de la mujer trabajadora. Y aunque cada vez más fechas señaladas en el calendario, como el Día Mundial de las Escritoras el 19 de octubre, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia el 11 de febrero, o el 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer, nos recuerdan la necesidad de conseguir esa anhelada igualdad de género, aún queda mucho camino por recorrer.
«Es importante trabajar desde la infancia en la eliminación de los estereotipos relacionados con el género y, por consiguiente, prevenir situaciones de discriminación sexista en el futuro. Esta es una de las claves de la coeducación. Debe estar presente en nuestra práctica docente y en nuestras situaciones de aprendizaje y de convivencia, envolviendo todo el sistema educativo, para así, poder transferirlo a la sociedad», explica Ana Herrero, Psicóloga y coordinadora del departamento de Orientación del grupo Brains International Schools.
4 claves para educar en igualdad a los niños
El entorno educativo y el familiar son igual de importantes en el objetivo de educar en materia de igualdad. Cada vez son más los centros educativos que destacan la Educación en Valores como una parte esencial de su currículo formativo. Sin embargo, las actividades centradas en este propósito no siempre son suficientes y es necesario mantener el objetivo tanto en las asignaturas como en los distintos ambientes educativos que abarcan desde el recreo hasta las actividades extraescolares:
1. Igualdad de oportunidades: para fomentar la adquisición de estos valores mediante la educación es imprescindible mostrar a los niños y niñas la importancia de la diversidad como riqueza: destacar que todos tenemos algo que nos distingue y nos hace especiales sirve para introducir el concepto de igualdad de oportunidades. Aunque seamos diferentes y únicos, todos tenemos los mismos derechos y merecemos tratos igualitarios.
2. Inteligencia emocional y pensamiento crítico: aprendemos de forma inconsciente en la infancia y la adolescencia cómo debemos ser y comportarnos en función de nuestro sexo. Para educar en igualdad tenemos que ayudarles a identificar y poner en cuestión los estereotipos culturales asociados a lo masculino y lo femenino, que nos limitan en la expresión de la afectividad, el comportamiento o el desarrollo académico o profesional. Para ello será necesario ayudarles a comprender tanto sus propias emociones como las de los demás, identificar conductas o actitudes sexistas o de discriminación y aprender a gestionarlas.
3. Educación en valores: la educación en valores como la búsqueda de la justicia, la solidaridad, la integridad o la tolerancia, es fundamental para generar actitudes y comportamientos respetuosos tanto hacia los demás como hacia uno mismo, eliminando las barreras que nos limitan, no solo por cuestión de género, sino por cualquier otra circunstancia o condición personal.
4. Actividades temáticas en grupo: es importante reforzar los currículos de las actuales asignaturas y reconocer las aportaciones a la sociedad realizadas por importantes mujeres a lo largo de la Historia. Conocer el trabajo de Marie Curie o Lisa Meitner a través de cómics de Mujeres Científicas o un escape rooms, o la relevancia de Inés Suárez y otras mujeres españolas en la conquista y colonización de América en el ciclo «No fueron solos», son algunas de las actividades con niños que permiten ayudar a romper barreras.
Otras actividades de sensibilización sobre el papel de la mujer en diferentes carreras profesionales, en distintas culturas, en la ciencia, en los mitos o la historia, así como talleres para poder identificar actitudes sexistas o cómo proponer soluciones a la desigualdad de género son igualmente efectivas para educar en el valor de la igualdad de género a los niños.
Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Ana Herrero. Psicóloga y coordinadora del departamento de Orientación del grupo Brains International Schools
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