Junto con la familia, el colegio supone el segundo entorno de desarrollo más importante para los más pequeños de la casa. Muchas son las horas que allí pasan los niños y empiezan a desarrollar distintas habilidades, desde la atención y otras capacidades cognitivas hasta sus destrezas sociales para entablar amistad con otros compañeros de aula y recreo.
Pero el colegio también supone una nueva autonomía en los niños. En las etapas de escuela infantil y preescolar, la atención es mayor pero la llegada a Educación Primaria supone que el alumno debe hacerse cargo de más responsabilidades como los deberes, sus primeras evaluaciones en forma de exámenes y otros trabajos. Desde la Asociación Española de Pediatría, AEP, ponen en valor esta etapa en la enseñanza.
Desarrollo de distintas habilidades
Si bien durante las etapas previas los alumnos debieron hacerse cargo de algunas responsabilidades, éstas aumentan en la Educación Primaria. Además, en esta etapa el profesional a cargo de la clase deja de atender tanto las necesidades de los más pequeños y estos deben empezar a funcionar por ellos mismos.
Por otro lado, las normas en estas clases son más firmes que en las anteriores etapas de enseñanza, lo que ofrece a los niños una guía de comportamiento a seguir en otros contextos sociales. Reglas tan básicas como las de ser amable con el resto, respetar el turno de palabra o no alterar el buen ambiente reinante en estos contextos enseñarán a que el niño pueda conocer por él mismo cómo desenvolverse en otros ambientes como reuniones familiares.
Durante esta etapa los más pequeños también se inician en actividades extraescolares, lo que significa que los más pequeños aprenden a manejar sus horarios para poder distribuir sus responsabilidades. Realizar tareas, cumplir con los trabajos escolares o tener hueco para jugar. Saber cómo distribuir el tiempo de forma eficiente ayudará a que la autonomía de los pequeños crezca.
Otros beneficios del colegio
Como se ha dicho, el colegio es un entorno donde el niño lleva a cabo parte de su educación y en donde desarrolla distintas habilidades. Junto con la potenciación de su autonomía, otras destrezas también se impulsan:
– Aprenden conceptos como el de «mejor amigo» y la importancia de cuidar estas relaciones.
– Entienden que hay dos vertientes en su vida escolar, la académica y la afectiva y que hay que saber encontrar el equilibrio entre ambas.
– Práctica de deportes. Tanto en el recreo como en asignaturas de educación física los alumnos desarrollan estas prácticas que mejoran su salud.
Damián Montero
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