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Educación financiera: la relación con el dinero según la edad

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Propinas de los abuelos, pagas mensuales, nóminas, créditos o hipotecas son algunos de los conceptos financieros que se suceden a lo largo del tiempo y con los que nos vamos familiarizando a lo largo de la vida. Con motivo del Día de la Educación Financiera, que se celebra el 2 de octubre, es importante recordar a los padres la importancia de enseñar a sus hijos a gestionar, ahorrar e invertir su dinero.

La presencia de una sólida educación financiera promueve el desarrollo y las posibilidades futuras de cualquier persona, ya que las decisiones financieras que tome condicionarán su vida. Por tanto, la responsabilidad financiera es una parte crítica de la educación y, al igual que otros importantes hábitos y actitudes como la cortesía, el orden y los hábitos de estudio, una buena relación con el dinero se debe adquirir desde una edad muy temprana.

¿De dónde viene la palabra dinero y cómo es nuestra relación con él? Tenemos que remontarnos a la época romana para hablar de dinero porque viene del latín denarium, la moneda que utilizaron los romanos en sus actividades comerciales.

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Así es tu relación con el dinero según la edad que tengas

Desde entonces la historia del dinero ha sido larga y su relación en función de la edad es muy diferente como demuestra el banco digital Self Bank en una radiografía que muestra cómo es la relación con el dinero en función de nuestra edad.

Niños hasta 12 años. Durante la infancia, los niños empiezan a conocer el valor del dinero a través de la paga semanal que les dan en casa, de las propinas de los abuelos… Poco a poco, van aprendiendo a ahorrar introduciendo monedas en su hucha con la ilusión de poder comprar algo más caro que pretenden conseguir. Reconocer el valor del dinero les permite ir ejerciendo la responsabilidad, la capacidad de elegir y las destrezas sociales para conseguir lo que quieren.

Entre los 12 y los 18 años. En la preadolescencia, la asignación de una paga mensual o semanal les sirve para planificar sus propios gastos y para aprender a tomar decisiones en materia económica. A medida que van creciendo en madurez, su relación con el dinero también gana en autonomía. Es importante que empiecen a entender el ahorro y conozcan que tienen esta opción y decidir en qué gastarlo posteriormente. En algunos casos, aprender a ahorrar también comienza el acercamiento a las cuentas bancarias y en otros a las tarjetas de débito y/o crédito; sin embargo, antes de otorgarles una, los jóvenes deben tener conciencia sobre las compras y ser responsables económicamente.

De los 18 a los 30 años. Durante esta etapa de la vida se consigue el primer empleo y los primeros ingresos en forma de nómina. Así se toma conciencia de la independencia económica. También se comienza a acceder a las entidades bancarias, a cuentas de ahorro o a créditos. En este punto se empiezan a obtener bienes para los que es necesario una cantidad importante de dinero como un vehículo, alquiler, vivienda, etc. «El ahorro es más bien a corto plazo, sin acumular grandes cantidades y sin posibilidad de realizar inversiones importantes», explica la Responsable de Contenidos, Productos y Servicios de Self Bank, Victoria Torre.

Hasta los 45 años. La trayectoria profesional y familiar hará aumentar los ingresos, pero también los gastos. Se comienza a establecer una economía familiar, ya no individual, teniendo en cuenta los gastos del hogar, la educación, etc. Se establece una relación con las deudas y en ocasiones hay que recurrir a hipotecas, créditos o, incluso, a fondos propios. Además de las cuentas de ahorro, en esta etapa también se puede optar para rentabilizar el dinero por depósitos o invertir en bolsa, fondos de inversión o productos cotizados.

Desde los 46 a los 65 años. En esta etapa los ingresos se estabilizan, los hijos comienzan su independencia y empieza una etapa en la que se terminan de pagar algunos gastos como la vivienda y ya se piensa en el retiro y los planes de pensiones. «A pesar de que pensar en un plan de pensiones se debe hacer a una edad más temprana muchos esperan hasta que se va acercando la fecha de la jubilación», explican desde Self Bank. A esta edad, una vez cubiertas las necesidades básicas, se suele adquirir productos de más riesgo y se diversifica la cartera de inversiones con el fin de incrementar el fondo económico para la jubilación.

Después de los 65. La relación con el dinero después de los 65 se basa en la pensión y en la disminución de los ingresos. Aquí entra a jugar un papel relevante los ahorros y las inversiones realizadas a lo largo de la vida. El gasto empieza a estar más enfocado en disfrutar y se optará por inversiones caracterizadas por ser más conservadoras que den menor rentabilidad pero que sean más seguras.

A través de esta relación de la economía en las distintas etapas de la vida se establece una radiografía de cómo es la relación del dinero desde que nacemos hasta que morimos. «Nuestra vida gira en torno a la economía, desde los primeros años de vida cuando recibimos la propina del abuelo, la paga semanal, comenzamos la independencia económica o cuando lidiamos con hipotecas, créditos o planes de pensiones. Por esta razón es fundamental contar con una buena educación financiera que nos permita tener conocimientos suficientes para poder tomar nuestras propias decisiones económicas, porque las finanzas forman parte de nuestro día a día», ha puntualizado Torre.

Marisol Nuevo Espín

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