El sinfín de programas y aplicaciones tecnológicas que nos abordan día tras día afectan ya no solamente a los adultos, sino a los menores, tanto a niños como a adolescentes. Es aquí, cuando a los padres les invaden sensaciones de preocupación, de incertidumbre y de impotencia porque no dominan el terreno de las nuevas tecnologías. Estamos en la era de la educación digital, ¿necesitamos formación los padres?
Entre las sensaciones que invaden a las familias en relación con la educación digital destaca la preocupación porque los padres carecen de formación tecnológica y por, tanto, muchos de ellos no conocen las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías ni las consecuencias que se pueden generar. Pero también generan Incertidumbre e impotencia porque no saben realmente como les puede afectar a sus hijos tanto a nivel psicológico, como social y académico, además de no poder acercarse a sus hijos sin que se derramen conflictos.
El empleo de las nuevas tecnologías en la infancia por edades
Actualmente, las nuevas tecnologías son empleadas de forma diferente en función de la etapa del menor.
Mientras que un niño en edades tempranas (5-10 años) las utiliza para ver vídeos o ejecutar aplicaciones con el objetivo de entretenerse debido al interés que despierta en ellos, los adolescentes «viven» en las famosas redes sociales y en las aplicaciones de mensajería para relacionarse con sus amigos con la finalidad de encajar en el grupo y no sentirse rechazado.
Tanto en la edad temprana como en la etapa adolescente las nuevas tecnologías han conseguido despertar el interés de nuestros menores, ya que cubren las necesidades que ellos sienten correspondiente a cada etapa.
Nuestros hijos han nacido en la era de las nuevas tecnologías y, por este motivo, el hecho de aplicar la prohibición o restricción en cuanto a su uso puede generar resultados inadecuados, sobre todo en adolescentes.
La desarrollada educación digital de los hijos adolescentes
Mientras que son niños, a los padres les puede resultar más fácil ejercer el control y establecer los límites necesarios en cuanto al uso de las diferentes aplicaciones o dispositivos, ya que para los niños, por motivos evolutivos, su referencia principal son los padres y todavía no han desarrollado la capacidad por decidir por sí mismos. La situación temida por la gran mayoría de los progenitores, es cuando ese niño crece y se convierte en adolescente.
Sabemos que en la etapa adolescente, el deseo de intimidad y de pertenecer a un grupo es lo principal y que su manera de comunicarse es a través de las redes sociales principalmente. El hecho de iniciar la adolescencia, es probable que se genere un distanciamiento»lógico» entre padres e hijos, debido a que su grupo de amigos se convierte en su referencia primordial. Este distanciamiento se puede ver potenciado por la falta de información por parte de los padres respecto al vocabulario tecnológico y también por un uso inadecuado por parte de los hijos adolescentes.
Educación digital: consejos para familias
Es complicado ofrecer soluciones a nivel general sobre las actuaciones que deben seguir los padres sobre el uso de las nuevas tecnologías por parte de sus hijos. Cada familia y cada menor es un mundo, es un ecosistema formado por creencias, valores y actitudes que van a influir de forma considerable en la forma de pensar, de sentir y de actuar de cada menor. También es necesario decir que los padres y las madres poseen una serie de valores y creencias incompatibles con las necesidades actuales, una mochila de variables psicológicas y sociales heredadas de las generaciones pasadas que chocan con la realidad actual donde se ha producido una «tecnologización» en todos los niveles.
Los padres que tengan hijos en edades tempranas deben ser conscientes de que es inevitable que sus hijos accedan a las nuevas tecnologías de alguna manera. Pueden exponerse en menor a mayor medida, pero no va a existir una exposición nula. Por tanto, la palabra clave que se debe tener en cuenta tanto a nivel familiar, como a nivel profesional y por supuesto a nivel social es la educación. Con el dominio actual de las nuevas tecnologías se ha creado un nuevo ámbito: ámbito digital o tecnológico.
La educación digital es necesaria en la actualidad. Es cierto que en algunos ámbitos como en el académico o escolar, se les educa a los menores en el uso adecuado de diferentes elementos que ofrecen las nuevas tecnologías. No obstante, en un principio los padres deben obtener la formación necesaria de las nuevas tecnologías para después transmitirla a sus hijos e intentar establecer una comunicación adecuada.
Por supuesto, transmitir una educación rica en valores como el respeto, la empatía, o la protección de nuestra intimidad también es esencial para que nuestros menores sean conscientes de que ciertos comportamientos en la red tienen sus consecuencias negativas o positivas: establecer vínculos de amistad o llevar a cabo conductas de acoso virtual.
Es importante también que los padres se dejen enseñar por sus hijos menores, sobre todo por los adolescentes ya que tienen la capacidad de manipular cualquier elemento digital de una manera sencilla, además de aprender rápidamente los cambios tecnológicos que se producen constantemente. De esta manera, puede ser una oportunidad para que se produzca un desbloqueo en la comunicación entre padres e hijos.
Como ya sabemos, la educación es una función básica de la familia y para ello tanto los padres como los menores deben obtener la formación necesaria para exprimir el máximo beneficio que nos ofrecen las nuevas tecnologías y poder aplicar herramientas de afrontamiento adecuadas en el caso de que sea necesario. Al fin y al cabo, la información es poder.
Ángel Bernal Caravaca. Psicólogo y Mediador. Cofundador de Lomber Soluciones Cyberbullying.
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