Son varios los problemas que pueden alterar el desarrollo educativo de los más pequeños. Desde la ausencia de unos hábitos de estudio, hasta la aparición de trastornos del aprendizaje. Uno de los más conocidos es la dislexia, cuando el confunde las letras a la hora de enfrentarse a la lectura. Sin embargo, al igual que existe en estos signos, también existe en el caso de los números.
Es el caso de la discalculia, un trastorno que puede hacer que los más pequeños confundan los números y se vean retrasados en asignaturas como las Matemáticas. A los padres les toca poner atención para evitarles a sus hijos problema en su vida escolar, y así empezar a trabajar por resolver este trastorno, al igual que sucedería en otro tipo de trastornos.
Qué es la discalculia y cómo se diagnostica
Desde la Universidad Internacional de Valencia definen la discalculia como uno de los trastornos del aprendizaje más comunes. Se trata de una alteración que afecta a conocimientos básicos en el campo de las operaciones (suma, resta, multiplicaciones, divisiones) y, en menor medida, a campos más abstractos como álgebra o aritmética. Para detectarla, los padres deberían prestar atención a detalles como los siguientes:
– Cuando la capacidad para el cálculo de los niños se sitúa bastante por debajo de la media para su curso escolar o edad.
– Cuando el trastorno interfiere claramente en el rendimiento escolar general o, como mínimo, en las actividades que requieran la realización de cálculos u operaciones matemáticas básicas.
– Problemas para entender conceptos como cantidad, número o transcripción gráfica.
– El niño no es capaz de establecer relaciones número-objeto.
– Problemas con los sistemas de numeración, que se acrecientan a medida que las cantidades son mayores.
– El alumno no es capaz de memorizar el grafismo de cada número, por lo que tiene muchas dificultades para reproducirlo.
– Escritura en espejo de las cantidades.
– Confusión de números.
– Problemas al automatizar sumas y restas, aunque normalmente comprende el mecanismo.
– Le cuesta mucho memorizar las tablas de multiplicar.
Tipos de discalculia
Por otro lado, existen varios tipos de discalculia, y que marcarán el tratamiento de este trastorno en los niños:
– Deficiencias lingüísticas. El problema reside en un déficit en la compresión de los enunciados de los problemas matemáticos.
– Problemas de compresión. Dificultades para reconocer y entender símbolos, así como también para ordenar y seriar grupos de números.
– Problemas con las operaciones. El alumno no es capaz de seguir el ritmo medio de la clase en las operaciones básicas y sus secuencias.
– Problemas de atención. En este caso, se observan problemas en la copia de figuras geométricas y símbolos operacionales.
Como ocurre con cualquier trastorno del aprendizaje, la detección temprana de este problema es crucial para su corrección y, si es necesario, introducir al niño en algún programa para alumnos con necesidades educativas especiales (NEE). De causa desconocida, aunque la mayoría de expertos se decantan por factores neurobiológicos, los síntomas de la discalculia pueden empezar a presentarse a partir de los 6 años, aunque lo normal es que se hagan evidentes sobre los 8 años, existiendo casos de niños que no han sido diagnosticados hasta los 9 0 10 años e incluso más.
Damián Montero
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