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Las dificultades para hacer amigos en la pandemia

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Algunos chicos y chicas poseen ciertas dificultades a la hora de hacer amigos o afrontar situaciones sociales, pero ahora con el aislamiento social impuesto por la pandemia de coronavirus este problema ha crecido porque no se debe traer a casa a amigos del colegio, a penas se celebran cumpleaños ni reuniones sociales y, en cambio lo fácil es hacer lo que más les gusta: jugar solos la mayor parte del tiempo.

En el colegio, los niños con dificultades para hacer amigos suelen negarse a participar en actividades de grupo y siempre que la dinámica escolar se lo permite, prefieren trabajar y jugar en solitario. Estos chicos se caracterizan, asimismo, por intentar evadir el contacto social con otras personas o retirarse en cuanto pueden de su lado.

Ahora con la mitad de las clases online es más fácil pasar inadvertidos en clase. Y es que, en las clases presenciales los profesores no pueden evitar prestar más atención a los niños ruidosos que a los silenciosos que, al ser considerados como buenos, no reclaman tanto su atención. 

¿Por qué se aíslan algunos niños?

Son muchos los factores que pueden influir en que un chico sea más o menos solitario.

Los padres, sin ir más lejos, pueden ser en cierta medida responsables de esa situación.

Por ejemplo, ahora en medio de la pandemia es fácil encontrar padres que muestran a su vez un comportamiento aislado, inseguro o tímido frente a quienes les rodean por miedo al contagio.

Mención especial merecen las familias que tienden a sobreproteger a sus hijos, que les advierten continuamente de todos los peligros, que no les permiten participar en múltiples experiencias por miedo al contagio, y esto dificulta que los chicos lleguen a ser lo suficientemente extrovertidos y seguros como para desenvolverse sin problemas en las distintas situaciones sociales.

Tambien es bastante frecuente encontrar a muchos chicos y chicas que acaban aislándose por comodidad. Cuando en casa se les da todo hecho, algunos niños no pueden evitar terminar convirtiéndose en auténticos comodones, aficionándose cada vez más a las ventajas del hogar: televisión propia, nevera bien surtida… y todo ello sin tener que esforzarse por nada.

Otros factores emocionales que influyen en el aislamiento

La falta de seguridad en sí mismo puede constituir otro de los factores que más entorpece el desarrollo social a estas edades. Así, el chico que se siente rechazado o poco querido por sus padres encontrará una mayor dificultad para confiar en otras personas.

Del mismo modo, la existencia de algún complejo (real o imaginario), puede llegar a ser la causa de que un niño se aísle por temor a las burlas de los demás.

Durante la adolescencia, llevar gafas, un corte de pelo poco atractivo o, incluso los pequeños defectos físicos, pueden llevar a un chico a aislarse, a no contar prácticamente con ningún amigo.

La timidez o un ambiente social pobre constituye otros de los factores más determinantes a la hora de que un chico sepa o, no, desenvolverse correctamente en su cículo de compañeros y conocidos.

Ayudarles es posible

Para ayudar a nuestro hijo lo primero que tendremos que hacer será investigar la causa de su actitud cuanto antes. El que no tenga amigos podría ser síntoma de otros problemas que nos habían pasado desapercibidos hasta ahora (un complejo, por ejemplo).

Si se trata de pereza o comodidad, intenta romper sus hábitos perezosos y no le permitamos comodidades en casa que refuercen su deseo de no salir a la calle con otros chicos de su edad.

No dejes que se levante a la hora que quiera ni que esté en pijama toda la mañana en el fin de semana. Abandona las posturas demasiado proteccionistas y pídele algún esfuerzo en el hogar: hacerse la cama, sacar la basura…

Aficiones… ¡SÍ!

Al mismo tiempo, trata de investigar cuáles son sus aficiones y motívale para que las comparta con otros chicos y chicas de su edad. Si a tu hijo le encanta el baloncesto o la música apúntale a unas clases donde conozca a otros chicos con sus mismas inquietudes.

También puede ser un buen momento para que le animes a integrarse en asociaciones deportivas o culturales, en actividades extraescolares del colegio… que le permitan salir de sí mismo y relacionarse con los demás. Por otro lado, dale la posibilidad de que, ya que le gusta estar en casa, pueda traer a sus amigos, para estudiar juntos, jugar, etc.

La influencia de las nuevas tecnologías

El uso de pantallas mal utilizado puede llegar a convertirse en todo un enemigo de las relaciones sociales de nuestros hijos. El problema estriba en que lo que debía ser un instrumento de aprendizaje y trabajo e, incluso, de entretenimiento esporádico, acaba convirtiéndose en el mejor amigo de los chicos.

El niño se pasa horas y horas encerrado en su cuarto jugando con el ordenador o sus videojuegos.

Por tanto, es importante que estemos alerta frente a estos peligros. No dudes en limitar a tus hijos las horas de televisión, ordenador u otros juegos solitarios. Hazles ver cuanto antes de que los entretenimientos pueden llegar a ser más educativos cuantas más personas participen en ellos.

Ideas para hacer amigos y huir de la soledad

– Convierte tu hogar en una casa abierta a los amigos de tus hijos. Si el chico es tímido le resultará más fácil relacionarse en casa dónde se siente seguro que en cualquier otro lugar.

– Aprovecha sus aficiones. Anímale a que comparta su tiempo libre con otros chicos y chicas a los que les gusten las mismas cosas.

– Cuenta con su círculo más cercano. Los vecinos, los primos… de la  misma edad podrían ayudar a tu hijo en un momento dado. Anímales a salir juntos. De esta forma seguro que les resultará más sencillo ampliar su círculo de amistades.

– Controla las horas que pasa frente a las pantallas. Ese tiempo que dedican a este tipo de actividades tan solitarias podrían pasarlo con otros chicos y chicas de su misma edad haciendo cosas mucho más imaginativas e enriquecedoras.

– Toma, de vez en cuando, la iniciativa. ¿Qué compañeros de tu hijo se negarían a una velada de terror durmiendo en sacos de dormir en el pasillo de nuestra casa?

En la práctica

Es cierto que hacer amigos no es una cosa que se pueda programar pero sí, que podemos provocar esa situaciones más propicias para que se produzca la «chispa de la amistad». Desde organizar salidas con padres amigos con hijos de la edad del nuestro, hasta intentar salir con otros padres de la clase del chico, cualquier excusa es buena para «darle un pequeño empujoncito» a nuestro hijo.

María Viejo
Asesoramiento: Teresa Artola. Psicóloga

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