La universidad no solo centra sus enseñanzas a la obtención de títulos de grado. En estos centros también se imparte una educación superior destinada a la consecución de máster o doctorados. ¿Están satisfechos los alumnos de estas otras docencias en este ámbito? ¿Hace falta mejorar en algún aspecto?
Según el informe publicado recientemente por la Unión Europea la enseñanza de doctorado en España debe mejorar mucho. Al menos eso es lo que opinan la mayoría de sus alumnos tal y como demuestran los datos publicados en este estudio en donde se desvela el gran descontento de los estudiantes que persiguen estos títulos.
Los últimos de la UE
El informe de la Comisión Europea sitúa al alumnado español entre el más descontento dentro del viejo continente. El 59% de los estudiantes afirma no estar satisfecho con la formación que recibe y con las capacidades que reciben durante este proceso educativo. Un porcentaje que nos deja por detrás de Eslovenia, penúltimo país de este ranking de agrado con este sistema.
La insatisfacción del alumnado de doctorado en España también se traduce en las capacidades que creen tener los mismos. El 48% de estos estudiantes afirma que su habilidad para impartir enseñanza es baja o muy baja, porcentaje que sólo es superado por Francia en donde un 51% califica de este modo sus destrezas. En nuestro país únicamente un 20% se muestra contento con su talento para transmitir conocimientos en el futuro.
Desde este informa también se advierte de la falta de experiencia docente durante sus enseñanzas de doctorado, algo que no contribuye a su formación en este sentido: «Una gran proporción de candidatos afirma no contar con las capacidades docentes necesarias al iniciar un doctorado y otra gran proporción señala que no posee experiencia docente suficiente durante su doctorado y no está satisfecho», explican desde la Comisión Europea.
En cuanto al perfil del doctorado en España, este país cuenta con la plantilla de mayor edad ya que únicamente el 8,9% de los profesores de centros universitarios tiene menos de 35 años, porcentaje lejos de la media europea que queda en el 23,5%. Este personal docente supera los 50 años en el 40%, número que también deja lejos las cifras habituales en el Viejo Continente que se sitúa en el 31,7%.
La opción del doctorado
La universidad no termina en la obtención de un título de grado o de máster. La enseñanza en estos centros puede proseguir hasta la consecución del doctorado, otra opción profesional para los estudiantes. Este título supone es un grado universitario que constituye el tercer ciclo de posgrado, siendo el primero, el grado o carrera universitaria y el segundo, el master.
En el Espacio Europeo de Educación Superior y en la mayoría de los países occidentales, es requisito indispensable la superación previa de un master. Su duración varía según el tipo de doctorado, pero como regla general no suelen descender de los 4 años. El Plan Bolonia supuso una gran transformación para el sistema del doctorado pues permite el reconocimiento de determinados estudios que hasta el momento solo eran considerados como títulos propios y acceder a una titulación superior distinguiendo, por ejemplo, entre ingenieros técnicos y superiores.
La concesión de un doctorado implica el reconocimiento del candidato por parte de la facultad de la universidad en la que ha estudiado. Los tipos de doctorados que se pueden conceder por una universidad son los siguientes:
– Doctorado en investigación. Es necesario defender una tesis basada en una investigación original, que suele desarrollarse en un periodo de entre tres y seis años.
– Doctorado profesional. Se otorgan cuando la investigación ha sido realizada por un particular de una profesión concreta y sobre un aspecto de la misma.
Damián Montero
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