Categorías:

¿A cuántas extraescolares debo apuntar a mis hijos?

Tabla de contenidos

Con el arranque del nuevo curso toca organizar los ritmos de todos los miembros de la familia. A las jornadas de trabajo y escolares se suma el tiempo de extraescolares, algo que suele generar muchas dudas entre padres y madres. ¿Son importantes estas actividades para los niños y niñas? Cuántas son recomendables? ¿Y si no quiere hacer ninguna o las quiere todas?

Durante décadas muchos padres han apuntado a actividades extraescolares para conciliar, ya que necesitaban prolongar el horario escolar de sus hijos para llegar a tiempo a recogerles, ya que su jornada laboral presencial era más larga. De modo, muchos niños tenían una apretada agenda de extraescolares y poco tiempo libre para jugar, algo que se alertó a los pedagogos y puso en tela de juicio el beneficio real de tantas extraescolares para los niños.

Sin embargo, Sonia Martínez Lomas, psicóloga y directora de los Centros Crece Bien, considera que «son una gran opción para que los niños y niñas puedan probarse en sus diferentes capacidades, descubrir lo que le gusta o practicar y mejorar en alguna habilidad diferente que durante el horario escolar no les es posible en muchos casos».

Lo interesante, según la psicóloga, es que «las actividades extraescolares se puedan elegir, ya que esto da la oportunidad al niño a aprender a tomar decisiones y a comprometerse con su decisión. Suponen verdaderas oportunidades de crecimiento personal si se gestionan bien».

Y para gestionarlas bien, es importante tener en cuenta las actividades fomenten diferentes habilidades. Por ejemplo, se debe intercalar una deportiva con un idioma, o bien una de creatividad y otra deportiva, de forma que el niño o la niña pueda probar diferentes habilidades. Los padres y madres podemos proponerles, animarles u orientarles en este sentido.

Artículo relacionado: 
 Actividades extraescolares, sí, pero con cabeza

¿Cuántas extraescolares son demasiadas?

En cuánto al número de extraescolares recomendable, ¿cuántas son muchas o pocas? Sonia Martínez matiza que «lo primero que habría que tener en cuenta no es cuántas actividades realiza, sino que cuánto tiempo le queda al niño para aburrirse, para elegir libremente cómo entretenerse, cuánto tiempo puede estar tranquilo estar en casa o en el parque sin hacer nada considerado como provechoso». Aunque no hayamos caído en la cuenta, ese tiempo libre es, según los expertos, importantísimo para su desarrollo y, además, no contar con ese tiempo puede suponer estrés presente o futuro para los niños.

«Cada uno de estos espacios de «libertad» deben tener un tiempo de mínimo de 40 minutos a una hora al día, aunque lo recomendable es que se alcanzaran la hora y media o dos horas. Sería positivo tener una tarde libre entre semana para ir al parque después de colegio, por ejemplo. Lamentablemente, muchos niños después de las extraescolares que tienen cada día, llegan a casa y directamente tienen que merendar, hacer deberes, ducharse, lavarse los dientes e irse a la cama», explica la directora de los Centros Crece Bien. No es una situación fácil ya que a veces la organización familiar con los trabajos de los adultos nos «obliga» a hacer uso de estas actividades más de lo que nos gustaría.

Otro asunto a tener en cuenta es la energía del niño o la niña. «No todos los niños tienen la misma energía. Al igual que no todos necesitamos dormir o comer lo mismo, hay niños que podrán hacer más actividades que otros», explica Sonia Martínez.

Extraescolares, ¿a partir de qué edad?

En cuanto a la edad declara que es interesante esperar al menos a los cuatro años, pudiendo hacer hasta los seis una o dos extraescolares. Después se puede incrementar a dos o tres, y a partir de los ocho años se puede llegar hasta cuatro extraescolares siempre y cuando el ritmo de deberes o la dinámica familiar lo permita; y teniendo siempre en cuenta el bienestar que produce que tengan al menos una tarde libre.

¿Y si no quieren hacer ninguna extraescolar?

Según la experta deberíamos valorar por qué. «No hacer ninguna actividad está igual de bien que hacer actividades. Es decir, que si el niño está jugando con amigos, probándose en el parque, creando en casa, jugando a juegos de mesa, es tan bueno como hacer actividades», sostiene.

La cuestión es si el niño no quiere por otras razones: porque le da vergüenza, porque no van los amigos, por miedo a no poder hacerlo… En este caso, Sonia Martínez señala que «sería positivo apoyarle en cómo se siente, prepararle y hacer el esfuerzo de elegir al menos una para probar. De esta manera podrá aprender superar sus miedos, comprobar que puede realizarlo y sacar partido de la experiencia».

Recordemos que hay decisiones que los niños puede tomar y otras que no, y que somos los padres y las madres quienes a veces hemos de aprender a darles el empujoncito que necesitan en su desarrollo.

También puede ocurrir el efecto contrario: que nos pidan hacer «demasiadas» extraescolares. En este caso será tan sencillo como hacer lo mismo que cuando nos pide muchas golosinas o quedarse hasta tarde cuando hay cole al día siguiente. «Un niño a veces no diferencia entre el deseo y lo que es bueno o no para él, somos los adultos los que debemos decidirlo. Si gestionamos cuando son pequeños el límite en las actividades que puede realizar, de adulto sabrá hacerlo por sí mismo», concluye la experta.

Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Sonia Martínez Lomas, psicóloga y directora de los Centros Crece Bien

Te puede interesar: 

 Actividades extraescolares

 Actividades extraescolares deportivas

 Demasiadas extraescolares: niños estresados

 Deportes recomendados para niños de Preescolar

 Cómo elegir el deporte para tu hijo

Otros artículos interesantes