El centro educativo es un lugar muy importante para los niños. Por un lado es allí donde adquiere conocimientos y comienza su preparación curricular de cara a su futuro laboral por el otro es allí donde pasa varias horas al cabo del día y de la semana, y en donde vive numerosas experiencias. Dos buenos motivos para interesarse por qué tal le va a los más pequeños en el colegio.
Para saber esta situación la mejor opción es tener una buena relación con los profesores del colegio, especialmente con el tutor de la clase donde va el niño. De esta forma gracias a la relación entre padres y enseñantes se conseguirá una visión más cercana a la realidad de la situación del menor dentro de la escuela.
Segunda figura educativa
En los primeros años de vida del niño son los padres quienes ejercen como figura educativa de los más pequeños. Sin embargo, cuando estos crecen aparecen otras personas que influyen en su desarrollo, en este caso los profesores. Estos pasan numerosas horas junto a los hijos, jornadas durante las cuales los menores son influidos por sus valores de forma indirecta o directa.
Por este motivo se hace evidente la necesidad de conocer quién está al cargo de la educación del niño, quién está influyendo en su desarrollo del mismo modo que han hecho los padres durante los primeros años de vida. En definitiva, hacer ver al niño que entre sus dos referentes, progenitores y enseñantes, hay buena relación y que ambas personalidades se entienden a la perfección.
En cuanto al centro educativo también tiene que entender la necesidad de involucrar a los padres en el proceso de enseñanza de los alumnos. Este desarrollo en los menores es cosa de dos: padres y profesores, con lo cual el colegio debe incentivar la relación entre progenitores y educadores. Todo con el fin de beneficiar a los niños, quienes conseguirán un pleno desarrollo gracias a este vínculo entre ambas entidades.
Métodos para incentivar la relación entre padres y profesores
Ante la evidencia de tener una buena relación entre padres y profesores, centro educativo y grupos de progenitores deben velar porque así se cumpla y que exista una cordialidad entre los tres actores: niños, padres y enseñantes:
– Reuniones periódicas. Acudir a reuniones cada cierto tiempo con el fin de conocer y compartir los detalles del alumno es muy importante. Los padres conocerán de primera mano el comportamiento de sus hijos en clase y los profesores conocerán cómo se comportan sus pupilos en clase y dar consejos sobre técnicas de estudio que hagan mejorar al niño.
– Actividades conjuntas. Los padres pueden relacionarse con el colegio más allá del ámbito académico. Siempre que haya tiempo para hacerlo, se recomienda colaborar en la organización de actividades extraescolares como excursiones, teatros, jornadas especiales, etcl.
– Acudir a clases. De vez en cuando se puede organizar con el centro escolar visitas a una jornada escolar en donde los padres sean los espectadores de una clase habitual para conocer cómo se comporta su hijo habitualmente y lo que habitualmente el profesor hace en el aula.
– Agrupaciones de padres. Organizar a los padres en grupos para conseguir una visión común sobre lo que necesitan sus hijos es algo muy importante. Ponerse de acuerdo para transmitir sus necesidades al colegio agilizará el trabajo.
Damián Montero
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