Con el paso de los años, la sociedad se está implicando cada vez más en el cuidado del medio ambiente. La preocupación por el cambio climático y el cuidado de nuestro planeta se ha convertido en un hecho, pero todavía no es suficiente. Así lo detalla el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, donde se afirma que nos quedamos sin tiempo para evitar que el cambio climático no tenga un efecto irreversible.
La mayoría somos conscientes del gran número de datos que evidencian estos hechos tan alarmantes: las extremas temperaturas, lluvias, huracanes, incendios… Estas son algunas de las consecuencias más comunes que están a la orden del día. Pero ¿cómo podemos trabajar como sociedad, para evitar todo esto, y contribuir al cambio? Los centros educativos, en este aspecto, tienen un papel fundamental.
En las edades tempranas es donde tiene lugar el desarrollo de los niños, por lo que resulta mucho más sencillo inculcar o enseñar valores y actitudes como el respeto y el cuidado, sobre la concienciación medioambiental, que seguramente a largo plazo mantendrán en su edad adulta. Tanto es así, que podemos afirmar que la educación, concretamente la educación medioambiental, les proporciona habilidades para analizar, razonar, resolver los problemas… al mismo tiempo que permite sopesar consecuencias y ver los hechos desde muchas perspectivas.
Por estos motivos, la educación enfocada en el medio ambiente se convierte en una herramienta que puede servir para sensibilizar y concienciar a los niños de la importancia de la sostenibilidad, al mismo tiempo que ayuda a aumentar su compromiso con ella, de forma directa.
¿Cómo se trabaja la concienciación medioambiental en los centros escolares?
Esto se puede llevar a cabo desde los colegios poniendo en práctica acciones de concienciación diaria como pueden ser: el reciclaje de materiales, evitar el consumo de plástico, la recogida de residuos que ayuden al medio ambiente, la plantación de árboles con el objetivo de reducir la huella de carbono, el fomento de la alimentación sostenible, etc.
Para esta concienciación, el papel de los docentes se considera fundamental. En este sentido, para educar alumnos precursores del cambio y concienciados de la importancia de lograr un planeta más sostenible, es imprescindible que los profesores sean los primeros que se sientan identificados y que comulguen con estas prácticas.
Y no solo eso, no solo los docentes tienen que fomentar que esto se haga, sino que el colegio como institución también lo haga. Es decir, el propio colegio como institución es importante que trabaje día a día en acciones que le permitan seguir luchando por el medio ambiente y seguir comprometiéndose con él.
Por ejemplo, desde el colegio Hastings School, han trabajado durante meses para conseguir ser el primer colegio de Madrid Carbon Neutral Zero. Es decir, la primera escuela neutra en carbono donde se puede ver una reducción muy notoria en el uso de energía y en la cantidad de recursos físicos que producen sus edificios, lo que les permite reducir al máximo las emisiones y desperdiciar menos.
En conclusión, como sociedad en general, tenemos que ir avanzando hacia un mundo mejor, que se implique en el cuidado del medio ambiente y que promulgue estos valores desde el inicio. Es evidente el gran papel que tienen los centros escolares para ayudar en esta conciencia, no solo a nivel educativo, sino también como institución. Este es el paso para utilizar la educación como herramienta que impulsa este gran cambio de actitud hacia el cuidado del medioambiente y que permite formar adultos comprometidos con la responsabilidad sostenible.
Richard Vickers. Teacher of Humanities & Whole School Sustainability Leadx en Hastings School
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