En la sociedad en la que vivimos, muchos niños y jóvenes están acostumbrados a que todas sus necesidades y sus deseos estén cubiertos por sus padres, sin ser conscientes del esfuerzo que supone para estos, satisfacer dichas necesidades, como consecuencia nos encontramos ante niños que no se comprometen, que no son responsables con sus obligaciones, que no terminan lo que empiezan, etc. El compromiso es ahora, más que nunca, un valor para enseñar a los niños.
Educar en el valor del compromiso implica ayudar a que nuestros hijos vayan desarrollando cada vez más su autonomía, su responsabilidad, su perseverancia, de manera que puedan ir tomando sus propias decisiones, se comprometan con la elección tomada y se hagan cargo de las consecuencias de sus conductas, superando los obstáculos que se van encontrando y disfrutando de alcanzar las metas que se proponen.
El valor de comprometerse
El compromiso es la capacidad que tenemos las personas para tomar conciencia de la importancia de cumplir con algo que hemos pactado anteriormente. Cuando nos comprometemos con algo o alguien, somos conscientes de todas las implicaciones que esto conlleva y estamos aceptando la responsabilidad de llevar acabo y cumplir aquello con lo que nos hemos comprometido.
El compromiso es lo que nos ayuda a convertir una promesa en realidad a pesar de las adversidades, nos hace esforzarnos al máximo para conseguir nuestro objetivo, planeando el camino que vamos a seguir. Es la fuerza que nos mueve a hacer algo por duro y sacrificado que nos parezca haciéndonos sentir vivos y ayudándonos a evolucionar y crecer personalmente.
Como enseñar a los niños el valor del compromiso
Como ya sabemos, los niños no nacen aprendidos, y es responsabilidad de los padres ir guiando su aprendizaje. No nos sorprende ver como un niño se implica en alguna tarea, están de acuerdo en llevarla a cabo y al momento ya no quieren hacerla y lo dejan a medias. Y es que los niños muchas veces no son capaces de ver las consecuencias de sus decisiones, no se dan cuenta que renunciar a un compromiso adquirido tiene repercusiones en él y en los demás.
El valor del compromiso debemos enseñarlo desde la primera infancia, para empezar a desarrollarlo podemos seguir los siguientes consejos:
1. Dar pequeñas responsabilidades acorde a la edad del niño y asegurarse de que cumple. Si sabemos que nuestro hijo es capaz de ayudar a poner la mesa, no lo hagamos por él, pues estaremos contribuyendo a bajar su nivel de compromiso.
2. Sé el ejemplo de tus hijos. No podemos olvidar que aprenden de lo que ven en los adultos, no podemos pretender que se comprometan a cumplir con sus obligaciones, si nos ven a nosotros desatender las nuestras.
3. Enséñale a esforzarse. En la medida de lo posible, déjales hacer las cosas por si solos, que se enfrenten a las dificultades, así aprenderán que debemos trabajar y esforzarnos para conseguir lo que queremos.
4. Felicítalos cuando consigan sus logros, de esta manera aumentamos la confianza en sí mismos, enseñándoles que son capaces de conseguir lo que se proponen.
Rocío Navarro. Psicóloga. Directora de Psicolari, psicología integral
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