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Según la ciencia, ¿cuándo se estudia mejor?

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A lo largo del año hay épocas en las que nos sentimos más o menos productivos y algunos de los factores que afectan a nuestro rendimiento son la luz y el clima. En el caso del estudio y de tener preparada la cabeza para asimiliar información, la ciencia constata que durante el día y en otoño son los momentos más óptimos para estudiar.

La razón principal de esta predisposición para el estudio es que los niveles de ciertas sustancias químicas como la serotonina, varían con las estaciones, al igual que algunas proteínas cerebrales implicadas en el aprendizaje, y las más beneficiosas alcanzan su punto máximo en otoño.

«Generalmente el otoño es una época que se relaciona con la tristeza dado el fin de las vacaciones de verano y la vuelta a la rutina, pero también es el comienzo de nuevos proyectos. En esta estación, las ganas de trabajar y la memoria están en su punto más alto y retenemos mejor la información por lo que, el otoño sería un buen momento para estudiar de manera provechosa», afirma Inmaculada Peña, tutora de GoStudent.

5 trucos para elegir el mejor momento para estudiar

Los niveles de ciertas sustancias químicas como la serotonina varían con las estaciones, así como ciertas proteínas cerebrales implicadas en el aprendizaje, y las más beneficiosas alcanzan su punto máximo en otoño.

1. El mejor momento para estudiar es una mañana de otoño después de un buen desayuno.

2. Las horas de luz afectan de manera determinante a la hora de ser más productivo.

3. Los ritmos circadianos varían de una persona a otra. Hay quien trabaja mejor por las tardes.

4. La forma de vida actual no siempre permite estudiar en el mejor momento del día ni del año.

5. El mejor momento para estudiar es después de haber descansado. El sueño es importantísimo a la hora de retener información.

¿Qué dice la ciencia sobre el mejor momento para estudiar?

La ciencia dice que para consolidar lo aprendido y no olvidarlo, el cerebro debe haber descansado. Por eso no se recomiendan los atracones de estudio por la noche siendo el mejor momento del día para estudiar por la mañana, después de un sueño reparador y un buen desayuno. Uno tiene más energía y está más despejado.

Por otro lado, el ritmo de vida y los horarios no siempre coinciden con la evidencia científica. Si nada más levantarnos tenemos que ir a clase o trabajar, tendremos que posponer el momento de estudiar a última hora del día. Pero lo que sí está claro es que para tener un mayor rendimiento es mejor estar bien descansado.

Además de esto, Inmaculada aconseja que, «para crear una buena rutina de estudio lo primero es partir de la base de que los alumnos conozcan bien sus dificultades y puntos fuertes. Esto facilitará que tanto el tutor como el estudiante puedan marcarse unos objetivos alcanzables y lógicos que les harán llevar a cabo diferentes técnicas de estudio para aplicarlas a sus necesidades».

Para esto, Inmaculada recuerda que es importante ser realista en cuanto al tiempo disponible y efectivo del que posee el alumno ya que si no es así, será difícil establecer un planning que le motive. Además, la experta recomienda que, aparte de cumplir con ese planning, el alumno vaya anotando cómo se siente después de cada clase para poder comentarlo en próximas sesiones e ir adaptando la rutina de estudio en base a eso. De este modo, se alcanzará una técnica personalizada con la que el estudiante se sentirá cómodo.

Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Inmaculada Peña, tutora de GoStudent

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