El cambio climático es la transformación del clima mediante el aumento de las temperaturas de la Tierra. Este calentamiento global, producido por la actividad humana, afecta a los ecosistemas y pone en peligro la vida en el planeta.
El motivo de esta escalada de la temperatura del planeta se debe en parte al aumento excesivo de gases de efecto invernadero, que contribuye a elevar el termómetro y al deterioro de la capa de ozono por gases como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y los óxidos de nitrógeno (NOx). El exceso de gases está vinculado con el uso de energías eléctricas, la dependencia de las industrias de combustibles fósiles o la contaminación de las zonas urbanas por los transportes, el mal uso de los residuos y los procesos industriales, entre otros.
Las consecuencias del cambio climático sobre el medio ambiente se manifiestan en el aumento del nivel de mar por el derretimiento del hielo en los círculos polares, en la sequía de los ríos y la falta de agua potable, en la alteración en la producción de alimentos y en el aumento de desastres naturales como sequías, olas de calor e inundaciones.
En los últimos 150 años, la temperatura media ha aumentado casi 0,8 ºC en todo el mundo, y casi un 1ºC en Europa. Como hemos podido vivir, en los últimos once años se han producido las peores olas de calor registradas y se han padecido los días más calurosos de los recogidos en los registros instrumentales de la temperatura de la superficie de la Tierra desde 1850. El fenómemo sigue creciendo y se prevé que se producirá un nuevo aumento de las temperaturas globales hasta los 4ºC para 2100. Si llegamos a dicha temperatura, los cambios serán ya irreversibles.
Ideas para frenar el cambio climático a través de la educación infantil
Concienciar a los niños sobre la importancia de cuidar el medio ambiente no sólo es trascendente de cara a un futuro en el que las nuevas generaciones tendrán que saber gestionar los recursos naturales.
Por otra parte, los pequeños aprenden de este modo valores como la generosidad y la solidaridad, además de desarrollar cierto grado de empatía y sensibilidad que no sólo tendrán que aplicar a otros seres, sino que también le ayudarán en su relación con otras personas.
¿Cómo podemos despertar en el niño el interés por la Naturaleza? ¿Cómo podemos ayudar a frenar el cambio climático a través de la educación infantil? La Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) nos ofrece una sencilla guía para ir asentando las bases.
1. Sensibilizar al niño en su entorno
Una idea es sensibilizar a los niños sobre las cuestiones medioambientales respecto a la contaminación de su entorno próximo: los ruidos, los humos, los olores, la suciedad de las calles y del agua, etc. También podemos proporcionarle experiencias a través de las cuales comprenda la transformación de la naturaleza por la influencia del cambio climático y los fenómenos naturales como la lluvia, la nieve o la sequía. La motivación para participar activamente en el cuidado, la mejora y la protección del medio ambiente le ayudará a adquirir habilidades y recursos para intervenir en la resolución de algunos problemas ambientales.
2. En sintonía con los seres vivos
Familiariza al niño con los seres vivos que hay en su entorno (plantas, pájaros, insectos, árboles, flores, etc.), describiendo las características básicas de estos.
3. Disfrutar del parque
Procura que el niño tome conciencia del parque como un lugar agradable para disfrutar y donde conviven plantas, animales, árboles, etc. Que valore las profesiones de las personas que se encargan de cuidar la ciudad: basureros, barrenderos o jardineros, y que reflexione sobre lo que ocurriría si esas profesiones no existiesen.
4. Aprender sobre el crecimiento de las plantas
Ayúdale a conocer las plantas y las flores: sus partes externas, los cuidados que necesitan, lo que nos proporcionan, las clases y nombres… Que descubra cómo nacen y crecen, que necesitan respirar y alimentarse para crecer como nosotros. Plantemos con él semillas y cuidemos del crecimiento de la planta comprobando la necesidad de la luz del sol y el agua para que crezca.
5. Sensibilizar sobre el cuidado animal
Proporciona ocasiones para que el niño se acerque al mundo animal (pájaros, perros, gatos, hormigas, caracoles…), que conozca y comprenda su forma de vida y sus necesidades, aprendiendo a cuidarlos, quererlos y respetarlos.
6. Visitas museos de ciencias naturales con el niño
Al llegar a casa, comentaremos acerca de lo que hemos visto, que el niño comparta sus impresiones y realice dibujos sobre lo que más le ha sorprendido.
7. Revisa la programación de televisión
Busca documentales de la naturaleza y procura ver con tus hijos estos programas que guardan relación con la Naturaleza y los fenómenos naturales (animales, plantas, volcanes, huracanes, etc.).
8. Vive la naturaleza en directo
Siempre que tengas oportunidad, hagamos excursiones al monte, la playa, la montaña. Disfrutad juntos de todos los elementos de la Naturaleza y enseñad al niño a cuidarlos.
9. Fomenta su cariño hacia plantas y animales
No olvides alertarle sobre las precauciones que debe tomar para evitar picaduras de avispas, arañas u otros animales. También podemos mostrarle que los frutos de algunas plantas que no deben llevarse a la boca o a los ojos. No hay que fomentar el miedo, se trata de que conozca y ame la Naturaleza sin correr riesgos.
10. Conciencia medioambiental
Si educamos al niño o la niña para la vida en sociedad, debemos reflexionar sobre el tipo de sociedad en la que va a desenvolverse. Por ello, también los mayores debemos concienciarnos de la importancia del cuidado del medio ambiente.
Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Elvira Sánchez-Igual. Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE)
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