Con el curso escolar ya avanzado y haciendo balance de las notas del primer trimestre, es el momento de valorar si nuestros hijos necesitan algún tipo de apoyo escolar tanto si es para aprobar como para subir nota.
Ideas para ayudarles en inglés
Cuando nos planteamos que nuestros hijos consigan un mayor nivel en inglés es importante considerar cuál es nuestro objetivo. No es lo mismo que nuestros hijos tengan dificultades para aprobar que necesiten mejorar su comprensión oral porque quieren acudir a un campamento de verano en el extranjero. Otros aspectos como la edad del niño, su nivel y el contexto en el que queremos usar la lengua van a determinar la elección de la mejor forma de ayudarles en inglés.
La misión de los padres debe ser despertar en los niños una actitud positiva hacia el idioma que pueda ser reforzada después académicamente en el colegio o con un profesor particular a través de una plataforma de apoyo escolar.
Uno de los principales errores que solemos cometer al enseñar inglés a los niños es obsesionarnos con el vocabulario, ya que tendemos a pensar que aprender una lengua es aprender palabras. Sin embargo, está comprobado que es preferible enseñar pequeñas frases, aunque sean sencillas, para ir introduciendo poco a poco el idioma. ¿Por qué? Porque así aprendemos desde el principio a hablar como ellos sin traducir. De hecho, en la mayoría de los casos es difícil hacer traducciones literales porque lo que acabamos de decir no es la manera natural de expresarlo en otra lengua, rompe la comunicación y, por este motivo, debemos evitarlo. Por este motivo, aprender una lengua hablando con un profesor nativo ofrece excelentes resultados. Además de las tradicionales clases presenciales, también podemos echar mano de las nuevas tecnologías y dar las clases por webcam.
Otro error típico son las correcciones explícitas, que pueden provocar el rechazo o la timidez en los niños. En este caso, es preferible repetir la frase con la palabra o la gramática corregida y evitar ser exigentes con su pronunciación, siempre que les permita comunicarse y jugar con ellos de manera natural, ya que el aparato fonador de los niños se irá modelando y adaptando poco a poco.
Por el contrario, si tenemos paciencia y vamos introduciendo el inglés a través de sus juegos favoritos y conversaciones favoreceremos que el nuevo idioma se convierta en una más de las rutinas diarias de nuestros hijos. Así, encontrarán que su aprendizaje tiene una utilidad. Para ayudarles de manera más específica, lo mejor es recurrir a un profesor nativo, ya que nuestro papel como padres es introducir el nuevo idioma en sus vidas de forma natural y sencilla.
Cómo motivarles con las matemáticas
Matemáticas es una asignatura básica de la vida escolar de nuestros hijos. A medida que van pasando de un curso a otro va aumentando en dificultad y muchos padres se preguntan ¿cómo puedo echar una mano a mi hijo cuando tiene que hacer deberes o estudiar para un examen de matemáticas?
En el colegio, es donde los niños pueden plantear todas las dudas que les vayan surgiendo a los profesores. Pero, ¿y qué hay del estudio en casa? Como padres, nuestra principal misión es quitar presión al aprendizaje de las matemáticas, dándoles ayuda y motivación. ¿Cómo? Empezando con lo básico, planteándonos las matemáticas como un juego haciendo sumas, restas, divisiones… con lo que tenemos a mano y jugando con ellos al parchís o al dominó por ejemplo, que son los juegos más recomendables para entrenar el cálculo mental. De esta forma conseguiremos que nuestros hijos no se lleven mal con las matemáticas y podrán integrarlas en sus vidas.
No obstante, cuando a nuestros hijos no les salgan las cuentas de álgebra, aritmética, cálculo, probabilidades, trigonometría, álgebra lineal, geometría analítica, geometría, estadística… en Primaria, ESO, Bachillerato, Selectividad o Formación Profesional, la mejor manera de apoyarles es repasar con ellos, ver en qué fallan y explicar el procedimiento para evitar errores. Y para ello nadie mejor que un buen profesor que les haga ver que equivocarse forma parte del aprendizaje, y que no por eso somos malos en matemáticas o vamos a suspender.
Marisol Nuevo Espín
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