Si el verano es sinónimo de vacaciones, hablar de este tiempo libre también supone referir viajes. Estos momentos de descanso se aprovechan para conocer otros lugares bien por la oferta de ocio que tienen o porque cuentan con un catálogo de visitas culturales como museos, galerías de arte, etc. Sea cual sea la elección, estas situaciones pueden ser muy provechosas para enseñar valiosas elecciones.
Estos son algunos consejos para poder aprovechar los viajes y enseñar valiosas lecciones a los más pequeños y de esta forma educar a los hijos. Una buena idea para encontrar el equilibrio entre la diversión y el aprendizaje de destrezas que podrán utilizar en el futuro.
Transmisión de responsabilidad
Una de las lecciones más importantes que se pueden aprender durante los viajes en vacaciones es el equilibrio entre diversión y responsabilidad. En verano los quehaceres se relajan y todavía más en los traslados a otros lugares. Pero hay algunas tareas que los hijos deben asumir en estos momentos como por ejemplo ajustarse al horario marcado para cumplir con las tareas.
En el caso de los hijos mayores también pueden aprender responsabilidad al quedarse al ayudar a sus padres a cuidar a sus hermanos pequeños. Otra buena idea es hacer que los niños se encarguen de su equipaje como por ejemplo una pequeña mochila en donde lleven una chaqueta por si refresca o pequeñas botellas de agua para calmar su sed.
Los niños también aprenderán a ajustarse a determinadas normas tanto impuestas por sus padres para evitar despistes en las visitas, así como aquellas que indiquen los lugares a los que se acude. De esta forma los más pequeños empezarán a comprender la importancia de ajustarse a unas reglas para asegurar el buen funcionamiento, por ejemplo no hablar alto en un museo para no molestar al resto de asistentes.
La importancia del tiempo en familia
Pasar tiempo en familia es una gran idea siempre y entender la importancia de estos momentos en compañía es un valor que se puede transmitir a los más pequeños de la casa durante los viajes. Un viaje es un momento muy importante para todos los miembros del hogar ya que se generan bonitos recuerdos que quedarán grabados en la memoria de los niños.
Garantizar estos recuerdos desde muy pequeños enseñará a los niños la importancia del tiempo en familia en momentos de rebeldía como la adolescencia. Para este fin nada mejor que aprovechar las pequeñas cosas que se ofrecen en estos trayectos, un acto tan simple como cantar durante la movilización al destino puede ser mejor que el más extravagante de los planes.
Damián Montero
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