No todas son las personas son iguales. Cada individuo es un mundo y tiene sus propias características, algo a lo que no escapan ni los niños. Todos los pequeños tienen sus propias habilidades y capacidades, conocerlas ayudará a sacar lo mejor de ellos y a aprovechar sus virtudes. Sólo hay que fijarse en su día a día para ver cómo funcionan y cómo aprenden.
En algunos casos, los niños presentan características kinestésicas, que hacen que aprendan de una forma muy concreta. Saber cómo adquiere conocimientos un pequeño ahorrará mucho trabajo a educadores y padres ya que con esta información podrán establecer pautas a la hora de enseñar.
Tipos de aprendizaje
Como se ha dicho, no todas las personas aprenden del mismo modo y sus características influyen en su modo de interiorizar contenidos. Estos son algunos ejemplos en función de la forma de ser de cada individuo y su forma de adquirir nuevos conocimientos siguiendo la clasificación de David A. Kolb:
– Asimilador. Es aquel niño que aprende en función de las necesidades que tiene y adquiere nuevos conocimientos a partir de la observación reflexiva.
– Divergente. Es aquel que se centra más en experiencias concretas, y precisa de motivaciones para adquirir nuevos conocimientos.
– Convergente. Aprende a partir de la experimentación en primera persona y centrar su adquisición de conocimientos a partir de la utilidad que les ve a los mismos.
Junto a estos estilos de aprendizaje, también está el que presentan las personas kinestésicas. Estos niños siempre precisan de tener la mente ocupada en algún asunto nuevo que pueda retribuirles algún contenido. Su forma de pensar se basa en la relación de conceptos ya aprendidos, por lo que siempre están centrados en dos puntos distintos pero que comparten algunas características.
Los alumnos kinestésicos también precisan de un continuo movimiento que puede confundirse con una mala actitud en el niño. Sin embargo, es preciso para estos menores que se les permita estas actividades para sacar adelante todo su potencial. Estas personas se benefician en gran medida de aquellas lecciones en donde se incluyan acciones para su cuerpo.
Actividades para niños kinestésicos
Como se ha dicho, comprender cómo se comporta un niño a la hora del aprendizaje ayuda a aprovechar todo su potencial con acciones concretas. Estas son algunas actividades que representan un gran beneficio a los alumnos kinestésicos:
– Lectura: se recomienda emplear lecturas que puedan ser acompañadas de movimientos que imiten el comportamiento de los protagonistas.
– Fomentar su memoria a través de acciones concretas en las que participe
y no a través de lecciones contadas.
– Evitar la inactividad dado que son muy inquietos y precisan de constante movimiento.
– Exponerle nexos que conecten una lección concreta con la anterior de forma que entiendan mejor lo que se les explica.
– Realizar maquetas y manualidades que les permitan moverse y gesticular.
Damián Montero
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