Empieza la cuenta atrás para celebrar uno de los días más importantes del año en la vida de un niño. Tras un largo camino, los Reyes Magos hacen su fugaz aparición por las casas de los más pequeños cargados con los regalos que les han sido encargados con meses de antelación y que esperan confirmar las expectativas de sus destinatarios.
La Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) también ha escrito su particular carta a los Reyes Magos y pide que en cada casa también se regalen valores como la solidaridad, la comprensión y la empatía, sin los que el desarrollo de los niños queda incompleto.
Los padres son los responsables de la transmisión de valores como la solidaridad y la empatía a través de sus acciones diarias. El objetivo es potenciar los valores positivos para que contrarresten los negativos, muy presentes en la sociedad actual.
Empatía, un valor en alza
En su carta a los Magos de Oriente, AMEI enfatiza la necesidad de que los padres otorguen a sus hijos la ayuda necesaria para establecer relaciones positivas con las personas de su entorno y reforzar las conductas solidarias hacia ellas. Mostrar unión respecto a otras personas, compartir sus intereses, inquietudes y necesidades; ponerse en el lugar del otro o reconocer su dignidad personal son acciones en las que deben trabajar los progenitores para contrarrestar los continuos ejemplos de conducta negativa y contravalores que los niños reciben en el día a día.
En palabras de Juan Sánchez Muliterno, presidente de esta Asociación, «actualmente, en el entorno del niño, hay demasiados modelos de comportamiento insolidario. Se impone la competitividad generalizada. La sociedad actual no valora el esfuerzo, la bondad o la generosidad y el altruismo, sino que se conduce a los niños al individualismo, al egoísmo y a la moral de éxito donde todo vale con tal de ganar». Además, según Sánchez Muliterno «los propios sistemas educativos son competitivos y discriminatorios y lo único que importa son las notas, una especie de dogma que indica lo que cada niño vale».
Solidaridad y altruismo, valores al servicio de la sociedad
Por esta razón, desde la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) se apela a que estas navidades se regalen valores como la solidaridad y el altruismo. Valores que aporten actitudes para el servicio a la sociedad y que comiencen por el buen comportamiento con las personas cercanas a nuestro entorno y con aquellas que, muy cerca de nosotros, necesitan ayuda.
Para AMEI, fomentar la solidaridad requiere una serie de actitudes que se obtienen a través de las actuaciones diarias de los padres y que pueden explotarse a través de los siguientes consejos:
1. Colaborar con el maestro del niño pidiendo información sobre mensajes y acciones comunes que conviene transmitir al pequeño.
2. Leer cuentos, fábulas y narraciones cuyo argumento esté basado en la solidaridad.
3. Comentar las acciones poco solidarias que aparecen en las informaciones de televisión u otros medios de comunicación.
4. Provocar la reflexión en situaciones cotidianas con frases como: «si eso te ocurriera a ti, ¿te gustaría que te tratasen igual?», «¿cómo te sientes cuando te hacen eso a ti?».
5. Acompañar al niño a una entidad de ayuda a personas necesitadas para llevar algún alimento, etc.
6. Animarle para que regale algún juguete a otros niños que carecen de recursos.
7. Pedir que entregue algún alimento que le guste mucho a una persona indigente que se encuentre en la calle.
8. Ofrecerle orientación sobre acciones cotidianas concretas:
– Cuidar de animales y plantas. Respetar el mobiliario de parques y servicios públicos.
– Desarrollar hábitos de ahorro de energía (agua, luz, calor, etc.)
– Ayudar en las tareas domésticas.
Cada niño debe afirmar su individualidad y su originalidad, pero necesita vincularse a otras personas, saber que sus alegrías y éxitos no suponen nada si no los
comparte, que él influye en los demás y es influido por ellos, que el beneficio común del entorno también le beneficia a él, que cuando el equipo gana, todos se benefician del triunfo. Por ello, pedimos que los Reyes Magos nos traigan valores.
Marina Berrio
Te puede interesar:
– Las mejores edades para educar en valores
– La sinceridad, educar en valores