Cada alumno tiene sus propias necesidades, todo estudiante es distinto a otro. Pero en algunos casos los más pequeños tienen algunas características que obligan al equipo de profesorado a estar atento para atender a estas demandas. Un ejemplo son los jóvenes con altas capacidades, ¿qué es lo recomendable? ¿Mantenerlos en el mismo nivel de enseñanza, o apartarlos para aprovechar todo su potencial?
Si bien no se puede negar que las necesidades de los niños con altas capacidades hacen que el equipo de profesorado tenga que ofrecer una atención especial, mantenerlos al margen también puede hacer que estos estudiantes no se desarrollen a nivel social. Encontrar el equilibrio entre ambas esferas es primordial para asegurar el éxito de estos pequeños, tal y como lo indican Ramon Duch y Raúl Tárraga, profesores colaboradores del Máster Universtario Dificultades del Aprendizaje y Trastornos del Lenguaje de la Universitat Oberta de Catalunya.
Socializar y potenciar
Tal y como indican ambos profesionales, una de las medidas más habituales en los alumnos con altas capacidades es la de adelantarlos un par de cursos con el fin de que se desarrollen en un nivel conforme a sus características. Sin embargo, esta decisión puede tener importantes consecuencias en su desarrollo social ya que hay que tener en cuenta que el estudiante compartirá aula y horas con alumnos que le sacan varios años.
Si bien el alumno con altas capacidades puede estar al mismo nivel intelectual que estos compañeros, su desarrollo social no está a la misma altura. Una realidad que termina, en la mayoría de las ocasiones, por aislar al niño y hacer que se quede sin amigos. No hay que olvidar el papel que tiene el colegio como entorno donde los más pequeños entablan amistades que pueden prolongarse a lo largo de los años.
Estos expertos recuerdan la fragilidad que caracteriza las etapas de la pre adolescencia y la misma adolescencia. Encontrar el equilibrio entre la potenciación de sus capacidades y el desarrollo social de estos alumnos es la clave. ¿Cómo conseguirlo? Según los autores de esta publicación lo importante es encontrar el equilibrio entre una escolarización normalizada y que atienda las necesidades especiales de este grupo de alumnos.
La importancia de las extraescolares
La potenciación de las características del alumno con altas capacidades no solo pasa por el aula. Muchas son las actividades extraescolares que pueden incentivar el potencial de estos estudiantes. Así lo indica la Universidad Internacional de La Rioja en uno de sus proyectos donde se centra en la demanda de este grupo de escolares y en cómo proceder, tanto por parte del profesorado como de la propia familia.
Este proyecto apuesta por la potenciación de distintos puntos del niño con altas capacidades con el fin de desarrollar distintas facetas de su día a día:
– Estimular el potencial intelectual y potenciar las habilidades sociales y las relaciones entre iguales.
– Estimular en el desarrollo de las habilidades y estrategias de pensamiento.
– Potenciar el aprendizaje autónomo y la creatividad.
– Ofrecer una formación adecuada a los padres.
En este proyecto se destaca la necesidad de trabajar codo con codo entre el centro que promueva estas actividades extraescolares, ya sea el mismo donde el niño acude a clase u otra entidad, y la misma familia. El objetivo es que después de cada jornada, en casa se potencie una reflexión de lo aprendido.
Además, tal y como indica la Junta de Andalucía en una de sus jornadas dedicadas a los niños con altas capacidades, a través de las extraescolares se puede conseguir la adaptación curricular del niño con estas características.
Damián Montero
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