A nadie se le pasa por la cabeza decir que internet no ofrece ventajas, igual que tampoco nadie podría decir que la red está carente de peligros. De cada individuo depende evitar lo malo de este mundo virtual para aprovechar todas sus virtudes, algo que es muy difícil para los más pequeños, quienes desconocen en muchas ocasiones qué es lo que más les conviene.
En este punto, los padres deben actuar como agente controlador y transmisor de valores. Existen muchas formas de conseguir que los niños eviten los contenidos poco recomendables de internet, desde la imposición de herramientas de control parental que limiten el acceso a ciertas webs, hasta la enseñanza de valores como la responsabilidad o el pensamiento crítico. Ahora, un nuevo estudio realizado por la Universidad CEU San Pablo demuestra que la educación que reciben los más pequeños es la mejor herramienta en este sentido.
Más educación, menos límites
Este estudio llamado ‘La influencia de los padres en la adquisición de habilidades críticas en Internet’, ha congregado a un total de 765 familias con hijos en Educación Infantil y Primaria. En todas ellas se analizó las medidas que se tomaban para evitar los peligros de internet y el éxito de las mismas. Tras analizar los resultados, se demostró que en los hogares donde se apostaba por una educación basada en el pensamiento crítico, había mayor consecución de resultados.
El nivel educativo que reciben los hijos es el factor más importante en este sentido ya que de él depende la capacidad crítica que tiene un menor a la hora de enfrentarse a los contenidos que se va encontrando por internet. Más aún que herramientas como los controles parentales o las limitaciones ya que estas técnicas solo favorecen la curiosidad de los pequeños, quienes no entienden los motivos por los que no han de consumir un determinado contenido.
Por ello, los investigadores aconsejan que los padres se conviertan en tutores más que en controladores o entes privativos en el manejo de internet. En este punto los padres se convierten en compañeros de experiencias permitiendo que sean los más pequeños quienes se planteen si lo que visitan es adecuado o no. Los adultos pueden aportar sus visiones para que los niños identifiquen más rápido aquello que les es más perjudicial.
Internet segura
En este punto, cabe preguntarse cómo educar a las nuevas generaciones para favorecer el uso de internet de forma segura. Desde la Junta de Andalucía se recomienda emplear la comunicación y la negociación para favorecer un clima de confianza. Para ello será necesarias que los padres puedan replantear las situaciones aclaren dudas, ayudando a los niños a evaluar e interpretar adecuadamente la información en la red que de otro modo puede resultarle confusa.
La capacidad de persuasión de algunas webs que afecta a que los niños a través ha de ser contrarestada con el papel mediador de los padres, quienes tienen la misión de explicar a sus hijos el verdadero trasfondo y significado de los mensajes. El clima de confianza ha de ser tal que los niños sean capaces de comunicar a sus padres aquello que les moleste o inquiete de lo que ve en Internet.
En este punto se favorece una educación marcada por los siguientes valores:
– Confidencialidad. El niño debe aprender a mantener una identidad en internet para protegerse de los peligros. No se ha de revelar el verdadero nombre ni dar su dirección o teléfono ni enseñar fotos a desconocidos por internet.
– Sinceridad. Se ha de buscar información real, no caer en bulos o dar por cierto algo por el mero hecho de haberse encontrado en internet.
– Libertad. El niño debe ser libre de navegar por internet, pero sabiendo que tiene unas responsabilidades que seguir en cuanto a horarios y tipo de contenido a visitar.
Damián Montero
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