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15 maneras fáciles de dar un buen ejemplo a tu hijo

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A lo largo de nuestro día a día, practicamos muy buenas acciones casi sin darnos cuenta, pero éstas son mucho más importantes de lo que pensamos, porque pueden repercutir positivamente en nuestros hijos. A medida que practiques acciones saludables frente a tus hijos, ellos comenzarán a reflejarlas también.

Sonríes a los vecinos, envías a tus amigos mensajes de apoyo y animas a tus compañeros de trabajo. Pero, ¿cuántas de esas acciones amistosas ven tus hijos?

Cuantas más buenas acciones practiques frente a tus hijos, más notarán y comenzarán a reflejar esos mismos movimientos.

10 formas simples para enseñar con el ejemplo

Estas son algunas de las formas más fáciles de incorporar a tu día a día.

1.  Envía una tarjeta a un amigo al que le vendría bien un empujón

Apoyar a un amigo en un momento difícil, es amistad al 100%. Ayúdale a tu hijo a aprenderlo, motivándole a elegir una tarjeta juntos y luego pídele que le escriba unas palabras bonitas en ella.

2. Deja pasar en la cola del supermercado a alguien que lleva muchos menos productos que vosotros

A nadie le gusta esperar en la fila para pagar. La próxima vez que vayáis al supermercado, deja pasar a quién esté detrás vuestro. Esta forma de actuar sencilla pero poderosa, podría ser emocionante y ayudar a tus hijos a distraerse de su propia impaciencia. También, su generosidad será un buen recordatorio para que tus hijos piensen en los demás, incluso cuando están ocupados.

3. Sostén la puerta

Sabemos que todo el mundo llevamos siempre prisa y nunca nos sobra el tiempo. Pero hacer una pausa para sujetar la puerta a quienquiera que esté unos pasos detrás vuestro puede ayudar a tus hijos a aprender a poner a los demás por delante con pequeños grandes gestos.

4. El cambio que obtenemos de la compra

Se puede guardar en un recipiente para luego donarlo en una buena causa que ayude a los demás. No solo este gesto les permitirá ver que sus acciones son importantes para los demás, sino que también sabrán que su pequeña generosidad, al acumularla granito a granito, se convertirá en algo relevante para mejorar la vida de otras personas.

5. La amabilidad no siempre requiere un gesto gigante

Involucra e invita a tus hijos a dar los buenos días cuando vais por la calle o dejar que alguien vaya por delante o incluso al aparcar, dejar paso a otros. Trata de narrar el momento en voz alta, «por favor, adelante», para asegurarte de que se registre en los oídos de tus hijos.

6. Saluda a los empleados cuando entres en una tienda o en un restaurante

Tratar a todos amablemente ayuda a tus hijos a comprender la igualdad. Además, de practicar la buena educación.? Donar libros y juegos que ya no usamos a los necesitados. Explícales que van a un nuevo hogar para alegrar el día de un nuevo niño, tal como lo hicieron ellos mismos. Esa transferencia de felicidad les dará mucha satisfacción.

7. Ofrece compartir alguna manualidad

Renunciar a bienes materiales puede dolerles por un momento, pero hacer que los niños adquieran el hábito de compartir algo hecho por ellos mismos y no sea perfecto, puede fomentar la generosidad, generar amistades y construir el valor de la creatividad hecha con amor.

Hacer galletas en familia por ejemplo para el personal de recepción de la escuela de tus hijos o para su médico de cabecera. Las palabras son geniales, pero demostrar que te importan a veces puede significar dar un paso más. Involucra a tus niños en el proceso de cocción y luego pídeles que se lo entreguen a quienes ellos quieran. Ver la emoción en el rostro de esas personas, puede crear un recuerdo bonito y sorprendente.

8. Ofrecer a algún vecino

Cortarle el césped, llevarle sus paquetes o ayudarle a cruzar la calle, si tiene dificultad para hacerlo. Las buenas personas intervienen cuando ven que otros necesitan ayuda. Incluso si tu hijo aún es muy pequeño, ofrecer a otros ayuda frente a él es un gran ejemplo.

9. Hacerle a alguien un cumplido genuino

Tomarse el tiempo para notar realmente una habilidad en otros y comentarla puede alentar a los niños a hacer lo mismo. Y cuando vean cómo valoras los esfuerzos de los demás, es posible que también valoren un poco más los suyos.

10. Mostrar interés en el día de otra persona

La verdadera amistad significa realmente ver a los demás por lo que son. Cuando tus hijos te hablen y cuenten sobre sus últimas aventuras, haz contacto visual con preguntas perspicaces y escuchalos de verdad con toda tu atención. Les estás mostrando a tus hijos cómo hacer conexiones importantes, desde el corazón y también estás impulsando sus propias relaciones.

Gabriela García González. Autora de El Poder de Tu Resiliencia, El Poder de Ser Tu Mismo, Diario Emocional para Niños y de La Mejor Coach para tus Hijos ¡eres tú!
Experta en Desarrollo personal Integral, Profesora de Educación Consciente,
Especializada en Empoderamiento Infantil y femenino. Formadora y Mentora de Emprendimientos desde el Ser para mujeres.

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