La vida escolar es asunto de los hijos. A ellos les toca acudir a clase, asumir las responsabilidades de las aulas, y las de fuera de ellas (caso de los deberes y preparación para los exámenes). Sin embargo, los padres pueden tener un papel muy importante en este sentido en tanto que pueden ayudar a que los niños aprendan a interiorizar estas rutinas y a cumplir con las mismas.
Porque si bien los padres no son los protagonistas de la vida escolar de sus hijos, sí que tienen un papel en las mismas. Tal y como indican desde la Fundación Nemours el apoyo de los padres es fundamental para garantizar el buen desempeño académico de los niños. Y, con el fin de desempeñar este rol del mejor modo posible, estos especialistas dan 10 consejos con este propósito.
Asistir a las reuniones con los padres
Los niños desarrollarán mejor su vida escolar cuando los padres se involucran en la misma. Una buena herramienta en este sentido es acudir a las reuniones con los profesores, en especial a aquellas al inicio del curso académico. De esta forma se conocerán las expectativas que desde el centro se tienen en torno a los hijos, abordando a las políticas y programas pensados para alcanzarlos.
A lo largo del curso puede haber varias reuniones con el profesorado. Acudir a las mismas permitirá informarse sobre el desempeño escolar de los hijos y conocer qué se puede hacer en casa para ayudar a los estudiantes, en el caso de que este apoyo se haga necesario.
Visitar el colegio y su página
¿Cómo es el lugar en donde estudia los hijos? Una manera de conectar con los mismos es acercarse para conocer este entorno. En los últimos tiempos, y con la expansión de las nuevas tecnologías, muchas actividades se desarrollan en internet, en aulas virtuales. Dejarse caer por estos entornos digitales es igual de importante para descubrir otros lugares en donde se desarrolla la vida académica.
Apoyar las tareas en el hogar
Las tareas y los deberes son parte de la vida escolar, refuerzan y extienden el aprendizaje del aula. Por otro lado, también son una manera de reforzar el sentido de la responsabilidad de los estudiantes ya que ellos deben asumir la actividad. Los padres pueden apoyar, en este sentido, garantizando un entorno en el que se puedan desarrollar estas rutinas. Por otro lado, los progenitores pueden estar cerca de los hijos para explicarles aquello que no comprenden.
La importancia del desayuno
El desayuno es la comida más importante del día. Asegurar que los niños vayan bien servidos en este sentido les dará la energía necesaria para afrontar las responsabilidades que se esperan en el aula. De esta forma se garantizará una mayor atención, concentración y la memoria de los alumnos. Por otro lado, también se hará necesario garantizar una cantidad correcta de horas de sueño.
Enseñarlos a organizarse
Si los niños son organizados, tendrán más fácil concentrarse y evitarles elementos que puedan distraerlos. Son varios los caminos para alcanzar esta meta, por ejemplo con una agenda en donde vayan anotando hitos importantes como la entrega de un trabajo escolar, de un examen, una excursión, etc. También es importante crear un entorno que favorezca que el alumno se centre en lo importante.
Enseñar buenos hábitos de estudio
No todos los niños aprenden igual, pero sí que hay algunas normas que pueden inculcarse a los estudiantes para ayudarlos en sus hábitos de estudio. Por ejemplo, a dejar lejos el móvil mientras estén dedicados a estas tareas. También es recomendable enseñarles a manejar el tiempo para que los exámenes no terminen por alcanzarlos, y hayan podido dedicar todos los días algo a prepararlos.
Conocer las reglas del colegio
Existen normas comunes a todos los centros escolares. Sin embargo, cada colegio tiene su propio código. Conocer estas reglas es importante por parte de los padres, en especial aquellas que se han creado con el fin de evitar casos de acoso escolar. Tanto si se es víctima, como si se descubre que el hijo es quien lleva a cabo estas actividades de hostigamiento, habrá que saber cómo actuar en coordinación con la escuela.
Involucrarse
Da igual si el niño comienza el colegio o si ha alcanzado el instituto, los padres deben involucrarse con el centro donde estudia sus hijos. Voluntariados como vigilantes en excursiones, actividades extraescolares organizadas en la escuela. Eso sí, nunca hay que hacer sentir a los estudiantes que están siendo vigilados incluso durante estas horas, hay que reconocer los límites.
Tomarse en serio la asistencia a clase
El absentismo escolar es un problema que puede lastrar el rendimiento de los estudiantes. Faltar a clase puede ser lo recomendado si un problema de salud impide atender bien a las lecciones, pero en otros casos hay que garantizar que los alumnos lleguen puntualmente todas las jornadas. En el caso de ausencia por enfermedad, se puede preguntar a los profesores por tareas que garanticen que no pierdan el ritmo.
Reservar tiempo para hablar del colegio
Hay que compartir con los hijos su vida escolar. Preguntas sencillas como «¿Qué tal ha ido el día?» o «¿Cómo llevas el examen?» Es muy importante practicar la escucha activa y saber qué han contestado los estudiantes para así responderles y mantener un buen diálogo con los mismos. De esta forma, los niños se sentirán apoyados, incluso para compartir posibles problemas.
Damián Montero
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