Saber idiomas es un requisito cada vez más necesario para todos los miembros de la familia. Campamentos de verano, estancias en el extranjero, alojamiento en familias anfitrionas o en residencias… son algunas de las alternativas que se plantean las familias para que sus hijos aprendan idiomas en el extranjero.
Pero aunque enviar a los niños solos sigue siendo una opción, muchas familias prefieren ahora viajar juntos para disfrutar de la experiencia. Se trata de la última tendencia a la hora de aprender idiomas. Ahora padres e hijos pueden perfeccionar el conocimiento de un idioma viajando al país de origen juntos durante sus días de vacaciones.
Para ello, resulta fundamental encontrar una empresa que se encargue de organizarlo todo como la agencia ESL Idiomas en el Extranjero, que propone programas de inmersión lingüística conjunta para toda la familia con una meta: que todos los miembros de la familia y en el mismo periodo tiempo puedan estudiar en el extranjero, pero con cursos adaptados a su nivel idiomático y edad. También pueden realizar una gran variedad de actividades culturales y deportivas.
«Saber idiomas es algo cada vez más imprescindible. Los padres, porque tienen que mejorarlo para su desarrollo profesional, los hijos porque es el momento para asentar unas buenas bases en su proceso de aprendizaje… El tiempo es limitado y estos programas permiten conjugar el estudio con la convivencia familiar», explica Juan Pedraz Araujo, regional manager de ESL Idiomas en el Extranjero.
Programas adaptados a cada miembro de la familia
ESL Idiomas en el Extranjero presenta una oferta adaptada a cada una de las necesidades de las familias. Los padres pueden elegir viajar en pareja con sus hijos, o bien uno solo (padre o madre) con su/s hijo/s, también pueden ser los abuelos u otros miembros de la familia quienes se unen al grupo o sustituyen a los padres. Para todas estas modalidades familiares existe un plan personalizado para la estructura de las clases. Los servicios, ofrecidos por ESL Idiomas en el Extranjero, se adaptan a cada familiaa que viaja juntas, y así cada uno de los miembros de la familia puede provechar su programa lingüístico al máximo.
En el caso de los niños, existe diversas fórmulas adaptadas a cada franja de edad, según el destino y el idioma: 3 a 7, 8 a 12 y 13 a 17 años. Por otro lado, los adultos, pueden elegir el curso que más les convenga, dentro de las diferentes opciones de las escuelas asociadas: estándar, intensivo, business e individual.
Destinos más solicitados para la estancia de las familias
Según el idioma que vayamos a estudiar, las familias pueden optar por diferentes destinos. Así, si el idioma elegido es el inglés en el extranjero las familias podrán desplazarse a Inglaterra, Malta, Irlanda Australia o Estados Unidos. Mientras que las familias que prefieran estudiar francés, podrán hacerlo en Francia o Suiza. Y si se deciden por estudiar alemán, podrán conseguir su oferta adaptada en Alemania. Los destinos brindan una gran variedad de actividades culturales y deportivas, tanto para los jóvenes como para los adultos, o incluso, para disfrutar juntos toda la familia.
«Un curso de idiomas en el extranjero en familia es una oportunidad única para gozar de una inmersión en un entorno internacional, conservando al mismo tiempo una cierta intimidad familiar. Los adultos aprovecharán la mañana para dedicarse a su programa de clases de idioma sabiendo que los jóvenes están al cuidado de profesores responsables. La tarde está habitualmente dedicada a las actividades respectivas para cada nivel de edad», señala el regional manager de ESL Idiomas en el Extranjero.
Cada escuela brinda diferentes opciones de alojamiento posibles, aunque dos son los preferidos por las familias que ya han probado el programa: alquiler de apartamentos privados o el alojamiento en familias anfitrionas. No obstante, también existe la posibilidad de alojarse en hotel o un establecimiento de bed&breakfast.