Las maletas, bolsas, los artículos de baño y deporte, todo preparado para salir de vacaciones un verano más y muchos lo harán en el coche familiar. Lo mismo que hemos tenido mucho cuidado en no olvidarnos nada de lo necesario para pasarlo bien, también es necesario hacer un repaso de los consejos para que el viaje resulte tan divertido como seguro.
El coche siempre debe estar en perfecto estado de revista, pero especialmente cuando vamos a realizar uno de los viajes más importantes del año, las vacaciones estivales con toda la familia. Para evitar sorpresas desagradables vamos a recordar algunos consejos, tanto en el orden mecánico, de equipación, documentación y del propio viaje.
Aunque todo parezca que funciona bien, lo primero que debemos hacer es comprobar que tenemos pasadas todas las revisiones oficiales, así como la Inspección Técnica de Vehículos, si fuese necesario, por la antigüedad del coche.
En cualquier caso lo mejor es pasar por nuestro taller de confianza a realizar una revisión, pero vamos a hacer un repaso de los puntos más importantes que afectan a la seguridad y confort, que en ocasiones descuidamos.
Lo primero, los neumáticos. En una inspección visual no deben presentar rasgaduras, bultos y cortes los laterales, de lo contrario sería necesaria su sustitución. La banda de rodadura debe tener completo el dibujo y si aparecen los testigos de desgaste o la profundidad del dibujo es inferior a tres milímetros, también habrá que cambiarlos por unos nuevos. En el caso que fuera necesario cambiar solo dos neumáticos, los nuevos siempre deben ponerse en el eje trasero. Así mismo, si nota algún tipo de vibración en la dirección, posiblemente sea necesario llevar el coche a realizar un equilibrado de las ruedas.
Todos los coches llevan depósitos para los líquidos de frenos, aceite, limpiaparabrisas, dirección y anticongelante, cuyos niveles nunca deben bajar el mínimo indicado por el fabricante. Algunos es sencillo reponerlos, pero en algunos casos será necesario acudir a un taller. También habrá que mirar el estado de los limpiaparabrisas, cuyas gomas deben estar flexibles y sin grietas. Por último, comprobar el nivel del aceite de lubricación del motor.
Como bien saben en los servicios de asistencia, la mayoría de las averías de los coches tiene un origen eléctrico y sobre todo después del invierno, el elemento más sensible es la batería. Una batería sucia en los bornes de
conexión o por perdida de líquido es un aviso de que quizá a llegado al momento de su sustitución.
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