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4 temas que analizar en una crisis de pareja

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¿Qué está pasando para que los matrimonios vayan tan mal? En mi opinión, hay cuatro temas que deberían de analizarse habitualmente para solucionar los conflictos de pareja más habituales:

1. La firme decisión de permanecer fiel al otro, intentando solucionar todos los problemas que se presenten, poniendo la cabeza para pensar en los «comos» y el corazón para amar lo que tiene.

Escuché a mi profesor de terapia la siguiente ingeniosa historia: «Si nos encontráramos entre cuatro paredes sin ventanas por las que escapar y varias serpientes por el suelo, es muy probable que fuéramos capaces de conseguir permanecer sanos y salvos. Sin embargo, si hubiese alguna ventana, lo primero que haríamos sería salir a través de ella, a pesar de podernos matar porque saltaríamos sin pensar qué hay abajo». Si nos planteamos la separación ante la primera dificultad seria, sin luchar, nos estamos tirando por la ventana.

2. La comunicación verbal y no verbal que expresa esa decisión de salir adelante siempre. Los gestos pueden ser de indiferencia o de interés, de ternura o de frialdad, de aprecio o de desprecio, de serenidad o de tensión, de ilusión por hacernos la vida agradable o de ganas de «chinchar». Siempre somos libres de elegir cómo tratar al otro. Pretendemos que la convivencia sea fácil y suele ser siempre difícil.

Para convivir se necesita continuamente amoldarse a gustos diferentes a los nuestros; en la decoración de la casa, en el tipo de salidas, en los gastos, en las comidas, en los horarios, en el tipo de amigos, en la educación de los hijos, en las opiniones políticas. Para convivir con gusto siempre hay alguien que hace un pequeño o gran esfuerzo y cede. Hay que ser consciente ello y valorarlo.

3. La capacidad de dar importancia a lo realmente importante, sin pararse en las pequeñeces. Todos los días hay mil tonterías que se pueden pasar por alto. Aspiramos a que el otro no tenga defectos que nos molesten y que no sea limitado en nada. No llegamos a saber cuáles son las consecuencias de ser diferentes. Pensamos de modo diferente, sentimos los problemas de modo diferente y por lo tanto ¡actuamos de modo diferente!

El marido o la mujer perfecto/a no existe. Los extrovertidos, simpáticos, alegres y animados suelen ser primarios y pueden hacer daño al decir cosas sin pensar, incluso llegar a ser superficiales. Los intelectuales, profundos y serenos pueden ser poco sociables y preferir un libro a una salida o ser más complicados. Reaccionan tarde pero les cuesta más perdonar. Todos los caracteres tienen luces y sombras.

4. La dedicación necesaria al trabajo. Cuando es excesiva, el tiempo para estar juntos es escaso. Nos gusta vivir bien pero el horario de trabajo que supone estar muchas horas fuera de casa, nos resulta excesivo. Dedicamos poco tiempo a querernos. Faltan ratos en los que se descanse, se pase bien y todos tendemos a estar con quienes lo pasamos bien. Si no es en el matrimonio, será fuera de él o haremos vidas paralelas.

Es bueno pensar como van estos cuatro grandes aspectos en la vida de cada uno y ¡ponerse manos a la obra!

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