Muchos padres delegan en los colegios la educación de sus hijos exigiendo al mismo tiempo el máximo de estos y olvidándose que son ellos los verdaderos responsables de su educación. Ni el mejor colegio, ni el dinero pueden suplir a unos padres.
Que los hijos salgan bien no es cuestión de suerte ni de casualidad. Que los hijos de mi vecino o de mi amigo o de mi primo sean educados, estudiosos, amables y discretos no es por genética, sino por el trabajo y la constancia con que sus padres, han trabajado con ellos desde que nacieron. Que sean tímidos o buenos deportistas puede tener parte de un componente genético pero los valores se transmiten dentro de la familia y hay que trabajarlos día a día.
¿Cómo conseguir que los hijos salgan bien?
Cuándo un bebé llega a este mundo sus padres se convierten en los responsables de su educación. Esta educación empieza desde el minuto cero, no hay que esperar a que tenga 10 años para empezar a educarlo.
A esto le sumamos elegir un colegio acorde a tus idearios y trabajar en equipo con él. Dejarse aconsejar y asesorar por los profesores que son los expertos. Plantearse unos objetivos a trabajar y a mejorar.
Y por último, hay que ser padres fuertes y constantes.Tal vez en alguna ocasión os hayan dicho o habéis pensado ¡qué suerte tienes con tus hijos, ¡que ordenados y trabajadores son! ¡Los míos son un desastre!
Los niños en general no son muy distintos los unos de los otros, la diferencia está en trabajar desde muy pequeños, con ellos esos valores, hábitos u objetivos que como padres valoramos en el ser humano.
Si se empieza desde que nacen, a tener un orden en sus horarios y en sus cosas. Si desde que ellos pueden participar de ese orden, a partir de los 2 años, les enseñas y les sigues con cariño que lo cumplan, felicitando cada pequeño logró, conseguirás que tus hijos sean ordenados y trabajadores, por supuesto esto acompañado del ejemplo que como padres les damos. Si nosotros no somos ordenados en nuestra casa, difícilmente podemos enseñarles.
Si quieres que tus hijos sean educados tendrás que empezar a trabajar los modales y los valores sociales desde el año y medio o dos, primero con tu ejemplo y ayudándote también con cuentos, hablando con ellos de lo que está bien y mal, de lo que nos gusta y no nos gusta, haciendo inca pie en las famosas «palabras mágicas»; buenos días, buenas noches, buenas tardes, adiós, puedo, por favor, gracias… Acompañadas siempre de una sonrisa.
La mayoría de las veces los niños actúan como ven en su casa, por eso es tan importante el ejemplo que como padres les damos y ser coherentes entre lo que decimos y hacemos y lo que realmente queremos inculcar.
El que empecemos desde muy pronto a trabajar con nuestros hijos por objetivos no quiere decir que lo hagan a la primera, simplemente es más fácil sentar las bases desde pequeños que con forme se van haciendo mayores, que cuesta más.
Educar a los hijos no es una tarea fácil, pero si apasionante y con mucha responsabilidad.
Es una tarea que requiere constancia y fortaleza y para ello es bueno asesorarse y buscar apoyos que nos ayuden a conseguirlo. Es cierto que hay hijos más fáciles que otros, eso es por el carácter de cada uno y por la sintonía que podamos tener con cada hijo.
Cuando veáis unos niños educados como os gustaría que fuesen los tuyos, no pienses que suerte tienen esos padres, piensa cuanto han trabajado con esos hijos, cuantas horas han metido en su educación, cuantas veces han insistido en lo mismo, cuantas veces les han motivado, valorado y premiado una buena acción, cuanto esfuerzo y constancia hay en esa familia.
Recordar que como padres educamos desde el minuto 0, las 24 horas del día, los 365 días del año, hasta el fin de nuestros días. Y aun así ser padres perfectos es imposible, pero ser padres vocacionales y trabajadores llenos de amor si es posible.
Cristina Gil Gil. Autora del libro La profe responde y del blog «Ideas para crear y disfrutar».
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