Tras la alegría inicial que supone la noticia de que se va a ser padre, llega la calma y con ellas las dudas y las preguntas. Un mar de cosas que se desconocen y que pueden llegar a abrumar al no tener las respuestas que desean. En estos momentos pudiera parecer que la paternidad termina por superar al hombre, en especial una vez que el niño llega a casa sin manual de instrucciones y que toca asegurar su bienestar.
¿Son normales estas dudas? Sí, ¿quiere decir esto que quien se haga estas preguntas no va a ser un buen padre? ¡No! Simplemente hay que aceptar la etapa de cambio que ha llegado, tomar el toro por los cuernos y ponerse a trabajar para encontrar la respuesta a todo lo que se quiera saber. De esta manera, poco a poco, se tomará el control de la situación y se asegurará a los más pequeños el mejor de los cuidados.
Una nueva etapa
Tal y como afirma la psicóloga Sara Navarrete la paternidad es una nueva etapa en la vida que la trastoca completamente, modificando nuestros hábitos y conductas, tanto con uno mismo como con los demás. Incluso las relaciones de pareja se ven alteradas desde la noticia de la llegada de un hijo. Otra alteración reconocible es la reducción del tiempo disponible para otros menesteres, pudiendo llegar a aparecer una sensación de estrés.
Entre los miedos más comunes:
– Al cambio de una rutina y dejar de un lado la comodidad de la anterior vida en pareja.
– Cómo compatibilizar el trabajo con el cuidado del bebé, y el resto de esferas en la vida.
– Inseguridades sobre si seremos capaces de ser buenos padres.
– El mismo miedo a lo desconocido o a pensar que no se tendrá la paciencia necesaria, o condiciones precisas para poder criar un hijo.
Cómo superar el miedo
No hay miedo que no pueda superarse, si se tienen las herramientas adecuadas. Estas son algunas claves para trabajar contra estas sensaciones:
– Hablar con la pareja sobre lo propios miedos e inseguridades que vayan surgiendo alrededor de la paternidad, permitiendo una mayor claridad sobre los sentimientos propios y poder pensar en un proyecto común.
– Tener confianza en uno mismo. Todo se puede conseguir, claro que se puede ser buen padre, solo hay que superar los miedos.
– Prepararse. Es recomendable ir a cursos de preparación al parto, consultar en libros, ver conferencias en internet.
– Proyectar esos miedos, nada mejor que coger bolígrafo y papel y comenzar a trazar un plan sobre cómo organizar el trabajo, la casa, el cuidado del niño y todo lo necesario.
– No existe el padre perfecto. El objetivo no es hacer todo a la primera, toca aprender y ponerse a trabajar en la medida de lo posible.
Damián Montero
Te puede interesar:
– Padres comprometidos: el nuevo rol de papá
– Cómo asentar la confianza entre padres e hijos
– 10 errores que cometemos los padres con nuestros hijos