Preparar el hogar para el hijo es una de las tareas de los padres durante el embarazo. Cuidar de todos los detalles de este entorno es fundamental. De hecho, es frecuente que a medida que se acerque el momento del parto las madres pasen a sentir cierta hiperactividad esperando la llegada del bebé. Situación que tal y como indican desde el Instituto CEFER se conoce como síndrome del nido.
Este estado de actividad es más común en madres primerizas y se traduce en acciones como: preparar la habitación del bebé con demasiada antelación e incluso realizar cambios a medida que se acerca la fecha del parto, ordenar de forma exhaustiva la casa, limpieza y orden de los armarios y llevar a cabo rutinas de higienización atípicas como pulir los suelos o pintar la casa.
¿Qué causa el síndrome del nido?
El síndrome del nido no es más que una manifestación de la preocupación y ansiedad que experimenta la madre ante la llegada del niño. Una situación nueva y un cambio importante en su vida son los desencadenantes de estas sensaciones. Por ello, arreglar la casa es una actividad tranquilizadora para ella y una manera de distraerse, en lugar de pensar continuamente en el bebé.
Los profesionales aclaran que este síndrome no es motivo de preocupación ya que es normal querer tenerlo todo recogido de cara a la llegada del bebé. Pero sí se recomienda ir con cuidado a la hora de realizar estas tareas ya que pueden ser peligrosas durante la gestación. Una caída, un sobreesfuerzo, un pico de estrés, levantar demasiado peso o estar muchas horas de pie.
Por ello se recomienda apostar por actividades más calmadas como leer libros relacionados con la maternidad, tejer alguna prenda para el bebé, ordenar cajones, etc. En definitiva, rutinas que no impliquen mucho esfuerzo. Preparar la canastilla del bebé para el hospital también es una buena idea, incluso participar en otras labores de manera pasiva como puede ser montar la habitación para el niño.
Reducir el estrés en el embrazo
El estrés en el embarazo es un gran enemigo para la mujer y el bebé. Por ello, hay que aprender a cuidarse del mismo. Estos son algunos consejos:
– Dormir lo necesario. Para estar sano hay que descansar y la falta de sueño causa estrés e irritabilidad. Por ello se recomienda apostar por establecer rutinas de sueño, ejercicios de relajación antes de irse a dormir y apostar por actividades que no pongan en marcha el organismo en estos momentos previos.
– Lectura. La lectura es apasionante, además de ser una actividad que alivia la ansiedad. Una buena idea es que por la tarde o noche la madre encuentre un rato para disfrutar de los libros y dejarse relajar de este modo.
– Ejercicio. Siempre que la actividad se pueda realizar, se recomienda consultar con el ginecólogo, apostar por ella. El ejercicio relaja y hace que se mantenga lejos la ansiedad y el estrés.
Damián Montero
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