El primer alimento que recibe toda persona es la leche materna, rica en nutrientes y elemento de prevención de enfermedades e infecciones. Pero, a medida que crecen los niños, su dieta comienza a recibir otros componentes. Es el caso de los sólidos, una aportación al menú de los más pequeños que nunca se sabe cuándo introduje como complemento al pecho.
La presencia del reflejo de extrusión es una de las señales más importantes sobre el momento óptimo para introducir alimentos sólidos en la dieta de los más pequeños. ¿Cómo identificar si el niño ya ha perdido con esta «habilidad»? Los especialistas de Solid Starts aclaran que este empuje ya está presente en el nacimiento y que su desaparición suele suceder entre los 4 y los 7 meses.
¿Qué es el reflejo de extrusión?
El reflejo de extrusión, también conocido como empuje de lengua, es un reflejo que está presente desde el nacimiento y que persiste hasta los 4, o 7, meses. En el caso de los recién nacidos, el empuje se estimula al tocar la punta de la lengua haciendo que esta se mueva y se produzca este movimiento. De esta forma, este músculo se extiende más allá de las encías y los labios.
Se trata de un movimiento reflejo, al igual que el de búsqueda, que hace que el niño se prenda al pecho, o al biberón, y que tiene mucho que ver con la alimentación de los bebés. En el caso de la extrusión, y sobre sale de la boca, permitiendo un patrón de movimiento que favorece el desarrollo de la alimentación y que se mantiene hasta los 6 meses de edad.
Los expertos creen que las funciones del reflejo de extrusión son las siguientes:
– Sacar objetos fuera de la boca rápidamente.
– Mantener las vías respiratorias libres.
– Proteger a los niños frente a ahogamientos.
¿Para qué sirve el reflejo de extrusión?
Hay que tener en cuenta que los recién nacidos tienen habilidades motoras inmaduras y con frecuencia se encuentran acostados en su espalda, o en posición reclinada con la gravedad moviendo cosas hacia su garganta. Los bebés carecen de motricidad fina, que es necesaria para sacarse objetos de su boca, por lo que es necesario este reflejo de extrusión si algún objeto termina en su garganta.
El reflejo de extrusión es el que protege a los bebés permitiendo que puedan expulsar objetos de su boca cuando es necesario. A medida que este movimiento se disipa y los niños desarrollan movimientos de lengua y dedos coordinados, ya son capaces de escupir cosas cuando es necesario. Hay quien cree que este reflejo es necesario para sacar la lengua y prenderse al pecho.
Damián Montero
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