¿Sabías que deben transcurrir de 8 a 10 años para que la piel de los niños adquiera la madurez necesaria? Para protegerla frente a la radiación ultravioleta, es aconsejable utilizar un fotoprotector con un adecuado factor de protección solar, ya que la piel de los bebés y niños cuenta con características especiales, siendo más vulnerable debido a la falta de mecanismos de protección natural que tienen.
La absorción de vitamina D a través de la exposición solar tiene múltiples beneficios para la salud generando un efecto antiinfeccioso, cicatrizante, antidepresivo, circulatorio y termoregulatorio. No obstante, la exposición al sol de los más pequeños siempre debe ser moderada con el fin de evitar la aparición de quemaduras, eritema o desarrollar problemas de pigmentación. Ello se debe a que la piel de los bebés y niños cuenta con una menor protección natural frente a los rayos ultravioleta (UV).
Reme Navarro, farmacéutica y directora de negocio de Atida, explica que «la melanogénesis es un mecanismo clave para proteger a la piel frente a la exposición solar. Sin embargo, la piel de los bebés y de los niños (sobre todo hasta los 3 años) cuenta con menores niveles de melanina, lo que reduce el efecto protector de la melanogénesis en su piel. Lo mismo ocurre con el engrosamiento del estrato córneo, un mecanismo de protección cuyo efecto es menor en los niños, ya que tienen un estrato córneo más delgado que permite a los rayos ultravioleta penetrar con mayor profundidad».
Cómo proteger la piel de los niños de los rayos solares
Los neonatos menores de 6 meses no deben exponerse de forma directa al sol debido a la sensibilidad de su piel. Lo recomendable es utilizar medidas que permitan tapar al bebé como, por ejemplo, cubriéndolo con sombrillas y ropa. En concreto, los tejidos de nylon, lana, seda y poliéster son los que más protegen frente a los rayos UV.
Estas medidas son esenciales porque, debido a la alta absorción de la dermis del neonato, la fotoprotección con cremas no es apta para ellos, ya que el uso de determinados químicos puede provocar toxicidad.
A partir de los 6 meses, los bebés y niños que vayan a recibir una exposición directa del sol, deben utilizar un fotoprotector. «Un buen uso de los sistemas de fotoprotección va a suponer un menor riesgo de sufrir daños en la piel. La piel de los niños es más sensible y debemos hidratarla y protegerla para evitar lesiones como quemaduras. Asimismo, es importante evitar la exposición solar entre las 11-16 horas y complementar siempre el uso de protección UV alta con ropa, sombrero y gafas de sol para una protección adecuada», apunta Navarro.
Debido a estas características particulares de la piel de los niños y bebés, es recomendable aplicar protectores con filtros solares. Se trata de sustancias que son capaces de absorber, dispersar o reflejar la radiación ultravioleta.
Educación en fotoprotección e hidratación de la piel de los bebés
Los buenos hábitos y la formación son importantes para garantizar la protección de la piel de los menores. Actualmente, tan solo el 53 por ciento de padres y madres aseguran que sus hijos utilizan siempre o con frecuencia protección solar.
«Es vital proteger la piel de los menores y esto también depende de la educación de los padres y los hábitos que generen en los niños desde bien pequeños. Además de proteger de los radicales libres, los fotoprotectores aportan una gran hidratación a la piel que se ha de tener en cuenta», asegura Reme Navarro.
Por tanto, la rutina de cuidados de la piel de un bebé frente a la radiación solar debería estar basada en proteger e hidratar con productos que contengan ingredientes naturales, así como una fotoprotección alta.
3 claves importantes para proteger la piel de los bebés del sol
1. Aplicar un fotoprotector (FPS) mínimo cada dos horas frente a la exposición solar.
2. En el caso de los niños y bebés, el factor de protección solar debe ser mayor de 50.
3. Mantener un hábito de hidratación de la piel de los más pequeños es el paso fundamental previa y post exposición solar.
Para zonas más expuestas, como el rostro y las manos, pueden utilizarse cremas faciales con extractos de caléndula y manzanilla que calman la epidermis.
Marina Berrio
Asesoramiento: Reme Navarro, farmacéutica y directora de negocio de Atida MIfarma. Referencias. De la Torre Iglesias, PM, Álvarez Álvarez, C. Consejo Farmacéutico en Dermoprotección solar Infantil.
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