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Permanencia de objeto, cuando tu bebé controla el mundo a su alrededor

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La permanencia de objeto ayuda a los más pequeños a darse cuenta de la existencia de su mundo, incluso cuando no lo perciben.

La permanencia de objeto ayuda a los más pequeños a darse cuenta de la existencia de su mundo, incluso cuando no lo perciben. – ISTOCK

El desarrollo de una persona es toda una aventura, desde que está en el vientre hasta que nace y comienza a entender lo que lo rodea. Uno de los puntos más importantes en esta evolución cuando el bebé empieza a controlar el mundo a su alrededor, en especial cuando perciben que aquello que los rodea permanecen, independientemente de que ellos perciban con sus sentidos.

A esta percepción se la conoce como permanencia de objeto. Se trata de uno de los momentos clave en el desarrollo cognitivo de toda persona, tal y como indica Piaget. Una evolución en donde los niños pasan de ser sujetos subjetivos moldeados por su entorno y pasan a ser capaces de interpretar el mundo que los rodea, aplicando la lógica y entendiendo cómo interactuar con este entorno.

Permanencia de los objetos

Tal y como indica Piaget el desarrollo de la permanencia de los objetos sucede en el periodo sensoriomotor. Se produce cuando el niño adquiere el conocimiento de que las cosas siguen existiendo aun cuando no las ven ni se pueden manipular. Por ejemplo, cuando un objeto se pierde o está en otra habitación, cualquier persona entiende que sigue existiendo aunque no lo perciba con sus sentidos.

En el caso de los lactantes, al no poder percibir con sus sentidos un objeto, actúan como si este hubiera dejado de existir. ¿Cómo saber si un niño ha adquirido este conocimiento? Una buena fórmula es esconder su juguete favorito bajo una sábana, todo ello a la vista del bebé. Los niños de entre 1 y 4 meses mantienen el contacto visual hasta que dicho objeto desaparece.

Sin embargo, no tienen conciencia de este una vez que no es visible. Piaget explica que esto sucede porque a estas edades no hay conciencia de realidad o existencia mientras el bebé no perciba el objeto. Solo es posible el conocimiento a través de interacciones, de ahí la tendencia a succionarlos o a manosearlos, y a mantener los ojos fijados en esta pieza del entorno.

El primer signo de la permanencia de objeto suele aparecer entre los 4 y los 8 meses, entonces el niño busca si un objeto sigue estando parcialmente visible, aunque necesitará de una pista para saber «dónde dejó de existir«. Entre los 8 y los 12 meses ya será capaz de saber que esta pieza de su entorno sigue en su realidad, aunque no la perciba como tal.

Etapas del desarrollo

Como se ha visto, la permanencia de objeto es solo un punto más en la evolución del niño. Según Piaget, estos son los puntos más importantes en el desarrollo cognitivo de los niños:

Etapa sensoriomotora (desde el nacimiento hasta los 2 años). Los niños aprenden la conducta propositiva y su pensamiento se orienta a fines y los medios a su alcance para conseguirlos. Aquí aparece la permanencia de objeto.

Preoperacional (de los 2 a los 7 años). El niño adquiere la posibilidad de usar símbolos y palabras para pensar. Usa el pensamiento abstracto pero de manera limitada, todo se centra en él.

Operaciones concretas (de los 7 a los 11 años). El niño aprende operaciones lógicas de seriación, clasificación y conservación. El pensamiento se liga a fenómenos y objetos del mundo real.

Operaciones formales (de lo 11 a los 12 años). El niño aprende sistemas abstractos del pensamiento y empieza a usar la lógica proposicional.

Damián Montero

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