Los beneficios que ofrece la lactancia son conocidos por todos. Este alimento ofrece los nutrientes que precisan los pequeños durante sus primeros meses de vida, aporta anticuerpos necesarios para prevenir enfermedades e infecciones y además inicia un fuerte vínculo entre la madre y el hijo que podrá seguir creciendo durante los años venideros.
De hecho, la leche materna incluso puede cambiar sus nutrientes para adaptarse a las necesidades de los niños. Así lo ha demostrado un estudio publicado The journal of maternal-fetal & neonatal medicine que ha comprobado incluso durante una misma jornada los componentes de este alimento pueden alterarse para poder atender al contexto en el que se encuentra el bebé.
Cambios en el mismo día
Para poder comprobar las alteraciones que puede sufrir la leche materna el equipo conformado por expertos de universidades como Uppsala, Suecia y organismos como Heads of Medicines Agencies, analizaron un total de 630 muestras de este alimento aportadas por 305 madres.
Las muestras demostraron que conforme iba creciendo el bebé y sus necesidades nutricionales cambiaban, los nutrientes de la leche se iban adaptando. En el momento de nacer la proteína y la grasa presentes en el calostro eran bajos y aumentaban cuando el niño crecía de tamaño. Pasada la treintena, los niveles de estos componentes volvían a bajar.
Además, en casos especiales como en los bebés prematuros, los análisis demostraron que la cantidad de grasa presente en la leche materna era bastante menor. Por el contrario, los niveles de proteínas crecieron al igual que el número de carbohidratos en comparación con aquella que salía del pecho de los nacidos a términos.
Los cambios también se aprecian durante una misma jornada. Al inicio del día la cantidad de proteínas y de grasas eran más altos para atender las necesidades nutricionales del bebé después de toda una noche sin recibir el pecho. Conforme pasaban las horas los niveles descendían.
Beneficios de la lactancia
Apostar por la lactancia es una decisión que recomiendan desde organismos como Unicef. Como ya se ha dicho muchos son los beneficios que aporta este alimento, entre los que cabe destacar:
– Contiene todos los nutrientes que el bebé necesita para crecer y desarrollarse sano, fuerte e inteligente.
– Contiene anticuerpos especiales que protegen el bebé contra infecciones respiratorias, gripe, asma, infecciones de oído, diarreas, alergias y otras enfermedades.
– Es de fácil digestión y evita el estreñimiento.
– Reduce el riesgo de depresión post-parto.
– Establece un vínculo entre la madre y el bebé que podrá ser reforzado a lo largo de los años.
– Ahorro económico al ser un alimento que no tiene coste alguno para la economía familiar.
Damián Montero
Te puede interesar:
– La alimentación materna en la lactancia
– La leche materna en la lactancia