Septiembre significa volver al colegio, a la rutina, a los horarios establecidos… y para muchos niños, sobre todo, para los más pequeños empieza una época de cambios a los que deben adaptarse. Uno de los más importantes es el que se produce entre los 2 y los 3 años de los niños, momento en que deben dejar el pañal.
Pasar al «cole de mayores», es decir, de la guardería al colegio, les llena de ilusión y es todo un reto para ellos. Sin embargo, sus ganas se pueden ver frenadas por seguir necesitando pañal, mientras que quizás algunos de sus compañeros ya no lo necesiten.
Aunque no existe una edad tope en la que un niño deba de dejar de utilizar el pañal, ese momento suele ocurrir entre los 15 y los 36 meses, durante la noche, y de media a los 28 meses, durante el día, cuando el niño está preparado fisiológicamente para ello, es decir, cuando sabe controlar perfectamente sus esfínteres y «renuncia» a su condición de bebé. Esta doble maduración varía según el niño.
El 40% de niños de 3 y 4 años en España moja la cama
Conseguir controlar la micción puede convertirse en un problema que puede continuar hasta la adolescencia. Aunque no es una enfermedad, sino más bien un trastorno común, sus consecuencias pueden ir desde la mala calidad del sueño, los desvelos, el estrés y las tensiones, hasta la disminución de la autoestima del niño, que se sentirá triste y agobiado por no poder controlar su micción.
Todo ello se puede ver reflejado en la manera en la que interactúa con otros niños, siendo fundamental que se sienta tranquilo y seguro durante los primeros días de colegio.
Además, hay que recordar que durante el periodo de retirada, los pequeños están especialmente sensibles por lo que no se debe de culpar ni castigar al niño, ni tampoco ridiculizarlo frente a sus hermanos o familiares.
Señales que indican que ya puede dejar el pañal
Anticipar el momento de dejar el pañal puede ser contraproducente. Es importante que tanto padres y profesores estemos seguros de que el niño está preparado para dejar de usar el pañal y controlar por si mismo sus esfínteres.
Estas son algunas pistas que nos pueden indicar que nuestro hijo está preparado para dejar el pañal:
1. Cuando el niño haya alcanzado una buena habilidad manual
2. Pronuncie bien un cierto número de palabras, entre ellas “pipi” y “caca”
3. Deambule por la casa sin problemas
4. Sepa subir y bajar una escalera
5. Se concentre jugando durante algún tiempo;
Cuando nuestro hijo haya logrado estos aprendizajes significará que tiene una buena coordinación psicomotora y su sistema nervioso ha madurado lo suficiente como para afrontar la retirada del pañal con éxito.
El primer paso para dejar el pañal es la motivación positiva
Se recomienda que el niño reduzca la ingesta de líquidos las horas previas a acostarse, y hacerse con un Calendario Miccional donde indicar qué sucede cada noche. Pero, ¿cómo motivar a nuestro hijo para dejar el pañal diurno?
Una vez decidido el niño/a está preparado para dejar el pañal, estos consejos pueden ayudarte a hacer más motivador el proceso.
1. Justo después de despertarse vamos a sentar a nuestro hijo/a en el orinal, para que haga pipí. Si no lo hace no pasa nada, sencillamente empezamos a enseñarle el hábito.
2. Después de desayunar, volvemos al baño y lo sentamos de nuevo en el orinal, para ver si esta vez vacia el intestino. Esperamos unos minutos. El control del intestino se suele adquirir antes que el de la vejiga. Así, en muchos casos, el niño puede seguir mojando la cama durante mucho tiempo de noche, incluso hasta los 4-8 años, pero acudirá por si mismo al baño para vaciar el intestino.
3. Escapes y premios. Conviene hacerle comprender que dejar el pañal es inevitable y que tendrá que conseguirlo tarde o temprano. Por tanto, es mejor tratar sus espapes con tranquilidad, y no regañarle aunque se produzcan momentos de estancamiento o regresión. Sin embargo, tampoco hay que mostrar indiferencia. Las tablas de motivación son excelentes aliados para que los niños sientan ganas de hacerlo bien.
Marisol Nuevo Espín
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