Para viajar tranquilos en el coche junto a nuestros hijos tenemos que saber colocar del mejor modo las sillitas homologadas y evitar sobresaltos. De este modo viviremos grandísimas experiencias y podremos estar tranquilos de que nada les ocurre a los niños.
Sillas para el coche: siempre en sentido contrario
Los pediatras recomiendan que las sillitas para el coche durante los primeros años siempre se coloquen en el sentido contrario a la marcha. Esto se explica porque el niño tiene la cabeza relativamente más grande y un cuello más débil que los adultos.
Esta anatomía provocaría que en caso de un choque si está sentado el sentido de la marcha o mirando a una de las puertas, el cuerpo sería sujetado por el arnés de este dispositivo y su cabeza sería proyectada hacia delante con mucha fuerza. Esto generaría mucha tensión en cuello, columna vertebral y órganos internos.
En cambio, si el niño va en el sentido contrario a la marcha estas fuerzas le afectarían al respaldo del asiento, de forma que todo el cuerpo del menor quedaría protegido. Una buena forma de viajar tranquilos sin temor a una mala frenada o una colisión.
Cuándo hay que usar las sillas de retención infantil
Lo primero es conocer los distintos dispositivos de seguridad que existen en el mercado y saber en qué situaciones se deben emplear ambos:
– Sillas del grupo 0 y 0+. Estos dispositivos sólo se pueden colocar en sentido contrario a la marcha.
– Sillas del grupo 1. De esta modalidad las hay reversibles, que pueden colocarse en los dos sentidos.
– Sillas i-size. Especialmente fabricadas para ir en sentido contrario a la marcha hasta los 4 años.
En España, la ley obliga a usar un sistema de retención infantil hasta que el niño supere los 135cm. El sistema de retención del grupo 0 y 0+ siempre ha de instalarse en sentido contrario a la marcha. Sin embargo a partir de los 9 kg, se pueden emplear dispositivos del grupo 1, que sí pueden ir en el sentido de la marcha. No obstante, por seguridad del niño, aunque no sea obligatorio, es recomendable llevar a los niños a contramarcha el mayor tiempo posible.
Damián Montero
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