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Prepara a tu bebé para el verano

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El verano es una época ideal para los bebés. El sol ayuda a sintetizar vitaminas tan importantes como la D, imprescindible para que el calcio se fije en los huesos y colabore en el desarrollo y crecimiento del bebé. Sin embargo, protégele de los peores efectos del calor y prepara a tu bebé para el verano.

Cuando se trata de llevar a nuestro bebé a la playa, a la piscina o simplemente al aire libre en un día soleado, no debes de escatimar en protección para él. Una de las mejores formas de proteger al niño es cubrir su piel con prendas que no dejen pasar los rayos UV.  Las gafas de sol son un buen mecanismo de protección y prevención para los ojos del niño.

Protege la piel del bebé

Con los niños es fundamental el uso de una protección desde una edad temprana  siguiendo las siguientes recomendaciones:

– No exponer al sol a niños menores de tres años.
– Proteger al bebé con gorro, camiseta y gafas.
– Darle de beber agua frecuentemente para evitar un golpe de calor.
– No utilizar colonias u otros cosméticos con perfume.
– Evitar las horas de máxima intensidad solar (entre las 12 h y 16 h).
– Si está tomando algún medicamento, consultar con el médico o farmacéutico por si es fotosensible (sobre todo algunos antibióticos).
– Utilizar una sombrilla amplia.

Cuidar de los ojos frente a los rayos solares

¿Sabes que los ojos son 20 veces más sensibles que la piel? ¿Y que nuestros ojos reciben antes de los 18 años el 80 por ciento de la radiación dañina para nuestra visión futura? Sólo el 2 por ciento de la población infantil usa gafas de sol, probablemente porque sus padres las conciben como un complemento de moda para adultos, más que como un mecanismo de protección y prevención.
Los niños de piel y ojos claros son aún más vulnerables a la radiación solar. Los daños derivados de una mala protección ocular van desde la queratitis a quemaduras, pasando por alteraciones de la córnea y enrojecimiento de los ojos. Hay gafas homologadas para niños lactantes.

Ropa cómoda y fresca para niños

Una de las mejores formas de proteger al niño es cubrir la piel con prendas que no dejen pasar los rayos UV. También es aconsejable seguir estas recomendaciones:
– Use ropa holgada con colores claros.
– Elija atuendos con mangas largas, y piernas y cuellos largos en las prendas para obtener la mayor protección posible.
– Un sombrero siempre viene bien, debido a que el rostro y cabeza del bebé reciben demasiada exposición al sol. Ha de ser de ala ancha con material de color claro en el exterior para reflejar la radiación UV y mantenerlo más fresco y un forro más oscuro en el ala para evitar que la radiación UV se refleje en su rostro.

Alimentación fresca para tu bebé

El respeto al horario de alimentación del niño es muy importante. Nunca se deben realizar las comidas con prisas. Una buena masticación favorecerá la digestión, evitando así los gases y otros problemas intestinales.
Además del desorden horario, los «caprichos» (tipo gominolas y bollos) y la deshidratación son otros grandes riesgos de la alimentación de los niños en verano. Es importante no descuidar la alimentación de los más pequeños durante las vacaciones y por ello es muy importante mantener una dieta equilibrada y variada, consumir productos de temporada y cuidar la higiene alimentaria, manteniendo los alimentos limpios y frescos.

La dieta, también en verano, debe estar compuesta por tres comidas principales, complementada con dos comidas adicionales más ligeras, a media mañana y a media tarde.

El verano ofrece muchas posibilidades para una alimentación sana. Hay algunas pautas que nos servirá de buena guía:
– Las grasas jamás deben sobrepasar el 30% del consumo diario de un niño. Están concentradas en la mantequilla, nata, yogur, huevo, margarina y grasas animales.
– La mayor parte del aporte debe realizarse a través de los hidratos de carbono, sobre la base de un 50 a 60% del consumo. Se corresponde al pan, cereales, harina, pasta, arroz, patatas, guisantes, judías, lentejas y frutos secos.
– La fruta, del mismo modo que la verdura, es una fuente importante de vitaminas y minerales, sobre todo para los niños. Es rica en fibra y su ingesta es más que recomendable.

Seguridad contra los insectos

En las fechas estivales hay una gran variedad de insectos y parásitos que producen mordeduras y picaduras como mosquitos, moscas, avispas, abejas, chinches, garrapatas, pulgas y ácaros. Para proteger a los bebés con repelentes, se aconseja utilizar aquellos que no contengan componentes tóxicos. El aceite de eucalipto, por ejemplo, es bueno para ellos.

Las redes son el mejor medio contra los insectos que pican por la noche. Antes de dormir debemos asegurarnos de que no queda ningún «intruso» dentro de la red, ya que no podrá salir y por lo tanto, se lo estaremos poniendo fácil para que se dé un festín mientras dormimos. Los vaporizadores eléctricos son eficaces en habitaciones cerradas. Sin embargo, hemos de tener cuidado de que no esté el niño delante cuando utilizamos sprays para matar los mosquitos  que han entrado en la habitación durante el día. Para evitar la entrada de los mosquitos, deberán cerrarse las ventanas al atardecer.

En verano, protege a tu bebé

– Podemos comprobar fácilmente si la ropa que lleva nuestro hijo le protege de los rayos UV: hay que colocar la mano dentro de cada prenda y ponerla hacia el sol para ver que no trasparenta.
– Si vamos a ir de vacaciones a una zona campestre, cuando oscurece se recomienda vestir al pequeño con camisa de manga larga, pantalones largos y calcetines, con el objetivo de evitar el ataque de las garrapatas.
– La hidratación es muy algo primordial, y además de agua, podemos ofrecer a nuestro bebé batidos de frutas frescas enriquecidos con yogurt o leche.
– No se recomienda aplicar crema de protección solar a los bebés menores de 6 meses, simplemente no hay que exponerlos al sol siempre que sea posible. Incluso los niños mayores necesitan evitar el sol.
– A los mosquitos se les puede ahuyentar con aparatos de ultrasonidos, pero hay que tener en cuenta que esos mecanismos no impiden la entrada de otros insectos.
– En las salidas al aire libre de un día entero, llevemos siempre con nosotros una amplia sombrilla o una tienda fácil de montar para proteger al pequeño del sol mientras juega.

Dr. Santiago García-Tornel. Pediatra del Servicio de Pediatría del Hospital Sant Joan de Déu (Barcelona)

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