Si acabáis de ser padres y vais a pasar vuestra primera Navidad con el bebé, no tenéis por qué preocuparos. Que las cosas salgan bien y que vosotros disfrutéis no es tan difícil como a priori puede parecer. Solo tenéis que tener en cuenta algunas consideraciones para sobrellevar la Navidad con tu bebé recién nacido.
El pequeño es vuestro primer regalo de Navidad y así es como tenéis que abordar su nacimiento. La ilusión es el componente estrella de una Navidad con el recién nacido.
10 consejos para la primera Navidad con tu bebé recién nacido
A toma nota de estos diez consejos o recomendaciones para que podáis disfrutar de estas navidades tanto o más que de las anteriores. Es inevitable que os las vayáis a tomar de una forma distinta pero nos obcequéis con la idea de que no vais a poder salir, podréis hacerlo aunque en menor medida y en el fondo ¡hasta lo agradeceréis! Aprovechad esta primera Navidad como madre y padre para relajaros, «estrenar bebé» y dedicarle todo el tiempo que cuando volváis a trabajar no le podréis dar.
– Descansa y descansad: no os preocupéis por tener que ausentaros. Los ratitos en los que el bebé duerme podéis fraccionarlos. La idea es que los aprovechéis tanto para pasar tiempo con los vuestros como para descansar. Los ratos en pareja también son importantes. Los días que no estén especialmente señalados y que no tengáis ningún evento al que asistir, quedaos en casa y disfrutad el uno del otro cuando lo hayáis acostado.
– Dejaos invitar: quizá seáis la típica pareja a la que le encanta organizar cosas en casa. Esta vez tendréis que resistiros a la tentación y saborear la oportunidad de dejar que os inviten. Cada minuto cuenta y vosotros ahora mismo no tenéis suficiente disponibilidad de horas para ocuparos de organizar cenas y comidas.
– Cuida sus horarios: los primeros días de vida del recién nacido son muy importantes en el tema de la adopción de horarios. Son el tiempo que se suele dedicar para que asuma rutinas y tiempos de comida tanto si le estás dando el pecho como si no, y descanso. Esto es algo que no se puede olvidar durante la Navidad. En la medida de lo posible tratad de respetar sus costumbres porque romperlas lo puede despistar.
– No comáis ni bebáis demasiado: aunque es complicado, hay que procurar evitar los excesos. Lo que conseguimos con estos es estar mucho más cansados y rendir menos, así que no podremos estar al cien por cien ni para cuidar al pequeño ni para disfrutar de los nuestros.
– Pide ayuda a vuestros familiares: especialmente si sois padres primerizos, conviene que pidáis ayuda. No tengáis ningún reparo a la hora de hacerlo porque seguramente muchos de vuestros familiares y amigos hayan pasado por vuestra situación. Sabrán entonces lo importante que es poder contar con una mano amiga. Máxime si es Navidad, porque parece que todo se complica.
– Resérvale un cuarto tranquilo: tanto como si os quedáis en casa como si coméis o cenáis en casa de algún familiar, procurad que para él se disponga un cuartito apartado y tranquilo. Así podrá descansar y dormir del tirón cuando le toque hacerlo y vosotros podréis disfrutar de una sobremesa relajados. Si tenéis algún dispositivo que os avise cuando despierta, llevadlo con vosotros a donde quiera que vayáis.
– Procura ir siempre bien equipados: tratad de hacer su neceser o bolsita de viaje con un extra de atención. Pañales, toallitas, biberones (llevad siempre dosis de sobra por si hay que preparar alguna toma imprevista), ropita de cambio (por si hay accidentes), ropa de abrigo, chupete y algún juguete con el que se pueda entretener.
– Evita exponerle al humo: Cuando llega la Navidad nos solemos mover en ambientes y reuniones en los que se respira mucho el humo del tabaco. Esto, cuando acabamos de tener un bebé puede ser muy perjudicial. Sus pulmones se están todavía formando y no conviene que esté en contacto con el humo. Pedidles por favor que fumen lejos del bebé, seguro que os van a entender.
– Viste a tu bebé a capas: cual cebolla. Mucho más cómodo para vosotros y también más seguro para él. Daos cuenta de que vais a estar constantemente entrando y saliendo de distintos sitios y solo si podéis quitarle ropita cuando sea necesario conseguiréis mantener su temperatura corporal en los niveles que se recomienda. Esto es muy importante cuando es recién nacido porque se puede enfriar fácilmente y un resfriado puede complicarse mucho. Tampoco conviene abrigar mucho al bebé, puede que tenga mucho calor pues si suda y sale al frío el riesgo se multiplica.
– Cuida el exceso de estímulos: que escuche música y voces es muy positivo porque su sentido social se incrementa pero ojo con los excesos, que ya se sabe que nunca son buenos. Si se excita demasiado al final no dormirá y cuando llegue la noche quienes no vais a descansar vais a ser vosotros.
Marisol Nuevo Espín
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