Al nacer, tu hijo posee un potencial para aprender, que os corresponde a vosotros ayudar a desarrollarlo. En esta tarea, la música tiene mucha importancia en el primer año y puede convertirse en una gran aliada. Durante su infancia vuestro hijo aprende con mayor facilidad y rapidez, ya que su cerebro está más activo que el de un adulto. En este sentido, será capaz de procesar música, además de disfrutarla.
El bebé, antes de nacer ya disfruta de la música en el vientre materno: le relaja y al mismo tiempo favorece su actividad mental, por lo que, además de disfrutar de ella, la música en el embarazo le ayudará a aprender. Este hábito hay que continuarlo después de nacer.
Gracias a la música, tu bebé comerá mejor y llorará menos
Estudios recientes han demostrado como la música ayuda a los bebés recién nacidos para que coman mejor, duerman más y lloren menos.
Según Gordon Shaw, de la Universidad Irvine en California, «al escuchar música clásica, los niños se estimulan, ejercitan neuronas corticales y fortalecen los circuitos usados para las matemáticas. La música estimula los patrones cerebrales inherentes y refuerza las tareas de razonamiento complejo».
Si pones un ratito de música todos los días a tu hijo le estarás ayudando a estimular su sistema nervioso, pues en el aprendizaje auditivo, rítmico y musical, se apoya el crecimiento y la inteligencia, auspiciando la asociación de sensaciones de placer y seguridad. Podéis ponerle música mientras juega, come, va en el coche, etc. Pero nunca debéis forzarlo, sino dejar que se vaya familiarizando con ella y, poco a poco, irá encontrando su música en cada momento. También se puede jugar con la música, con sus ritmos, canciones.
¿Qué estilo de música es la más adecuada para el bebé?
Según la música que guste a la madre, dependerán los gustos de vuestro bebé, pues cada uno responde al estilo de música al que se expuso repetidamente durante la vida intrauterina. Hay estudios que nos indican que es conveniente e importante escuchar creaciones del tipo de Mozart, Vivaldi, Beethoven, Bach Shubert, Tchaikousky.
Según Campbell, músico, profesor y autor de El Efecto Mozart, «la música de Mozart está muy organizada y la claridad y la organización son tan importantes como cualquier otro aspecto del efecto de Mozart». Este autor afirma que la repetición y familiaridad son la clave; y que un poco de música a tan temprana edad puede tener grandes beneficios.
Mozart era un maestro de la ‘sonata allegro‘ que obtiene una melodía desde un primer movimiento, la desarrolla y, posteriormente, realiza una recapitulación del tema. Se ha comprobado que todos los niños, de entre 1 y 3 años, responden positivamente a la música melódica y rítmica, pero no a la disonante.
El bebé asocia la música a momentos placenteros
Para aprender música tan sólo hay que escucharla, incluso antes de nacer, para que se imprima en la memoria, fomentando el gusto y el deseo hacia ella.
Vuestro hijo debe asociarla con momentos de placer, no de obligación, pues el gusto musical se desarrolla con el tiempo y mientras más se escucha, más se disfruta. Si además queréis que tenga una cultura musical razonable, es importante que le mencionéis el nombre del instrumento o compositor que se escucha.
Beneficios de la música para tu bebé
– Promueve su inteligencia emocional.
– Favorece la tranquilidad.
– Asienta las bases de su personalidad.
– Desarrolla su creatividad, su concentración y la coordinación.
– Acelera el aprendizaje de idiomas.
– Desarrolla el razonamiento y el gusto para la música.
– Enriquece las emociones.
– Fortalece los circuitos usados para las matemáticas.
Juegos musicales para el primer año del bebé
1. Bailar con la música.
2. Detener el baile, cuando detenemos la música.
3. Cantar.
4. Hacer actividades manuales con la música.
5. Cantar canciones, adecuadas a su edad.
6. Inventar canciones dedicadas a tu hijo y sus habilidades. Él se sentirá protagonista e identificado.
Consejos para estimular al bebé a través de la música
– Canta y juega con tu hijo para estimular su creatividad. Puedes pasar ratos agradables enseñándoles a cantar y mover las manos al son de canciones como «Los cinco lobitos», «Tita, tita pone un huevo», o «Cuando vayas al mercado, dile al carnicero, que no corte por aquí, ni por aquí», etc.
– Los juguetes musicales son los más recomendados por los expertos. Cómprale sonajeros y juega a hacerlos sonar primero tú y luego él. Un piano o xilófono para menores de un año y que lo aporree para que experimente por él mismo.
– Proponte que tu hijo escuche música en distintos momentos del día. Por la tarde, mientras cocinas, puedes poner una música movida y que el niño mueva la cabeza y sus manitas. Por la noche, una melodía relajante que le incite al sueño.
Aunque lo veas muy chiquitín, ponle música desde sus primeros días de vida. Un móvil musical, un peluche que canta, un CD con canciones infantiles, patitos que hacen cua a cua para cantar en el baño, música clásica para la hora del sueño. Con el tiempos comprobarás con sorpresa como identifican estas melodías con los momentos más placenteros de su infancia.
Rocío Martínez Weber
Asesoramiento; Silvia Gallostra Salabert. Psicopedagoga de Essential Minds.
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