La muerte súbita del lactante es la muerte repentina e inesperada de un bebé sin razones aparentes. Los especialistas creen que se deben a un conjunto de causas, aunque hasta el momento no se han podido concretar. El Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL) representa la causa de muerte más importante en lactantes con edad inferior a un año, excluyendo el período neonatal.
Las causas desconocidas de la muerte súbita del lactante
A pesar de las investigaciones realizadas por los especialistas, todavía no se tiene respuestas sobre las causas que provocan el SMSL. Lo que sí está comprobado es que, con la adopción de una serie de medidas preventivas, los índices de mortalidad han descendido considerablemente. La muerte súbita del lactante es una de las enfermedades más desconocidas de nuestros días y se considera un proceso causado por varios factores, incidiendo en un lactante aparentemente sano, que altera su respiración y conduce a su muerte inesperada mientras duerme.
Hay padres que piensan que el vómito puede ser una de las causas del síndrome de la muerte súbita en lactantes, pues en ocaiones se encuentran restos de leche o comida en las sábanas, en la garganta o en las vías aéreas superiores. Pero el vómito ocurre durante el proceso de la muerte o después de la misma, nunca es la causa.
Medidas preventivas frente a la muerte súbita del lactante
Existen una serie de recomendaciones que al ponerlas en práctica han demostrado el descenso de la muerte súbita entre los menores de un año, como son:
– Acostar al bebé boca arriba (posición supina). Es la medida más importante en la prevención de este síndrome.
– Revisar las condiciones de la cuna: el colchón debe ser duro, los barrotes tienen que respetar la distancia adecuada para que no pueda meter su cabecita, hay que quitarle las almohadas, cojines gordos, colchas gruesas o peluches, ya que podrían ahogar al niño.
– Evitar altas temperaturas: la temperatura de la habitación del bebé no debe ser muy alta (alrededor de los 18º), ni tampoco se hay que abrigarle en exceso.
– Atmósfera libre del humo: no se debe fumar en lugares donde vaya a estar el lactante. El riesgo de SMSL también aumenta si los padres son fumadores.
– No cubrir la cabeza del bebé mientras duerme. Los estudios demuestran que entre 16% y 22% de los niños víctimas de la muerte súbita tienen su cabeza cubierta por ropa de cama. Es conveniente que los pies del bebé contacten con el límite de la cuna, para que tenga menos posibilidades de desplazarse por debajo de las sábanas.
– Reflujo gastro-esofágico: si el niño tiene regurgitaciones, sólo puede determinar un especialista si son tan importantes como para recomendar acostar al niño boca abajo.
– Dar el pecho. Está comprobado que los niños amamantados tienen menos riesgos de padecer el SMSL.
– El chupete. Algunos estudios apuntan sobre la posibilidad de tener una cualidad protectora frente a este síndrome.
– Dormir cerca de los padres. Lo que no significa dormir con los padres (podrían asfixiarlo). Ayuda a un mayor control del niño.
Bebés de riesgo
La muerte súbita puede afectar a cualquier bebé, aunque los grupos de mayor riesgo son: bebés varones, prematuros y recién nacidos de bajo peso (estos dos últimos grupos, independientemente del sexo). La mayoría de las muertes ocurren antes de los seis meses, sobre todo entre los dos y tres meses de vida. Sólo alrededor del 4% de los bebés fallecidos tienen más de un año.
Consejos de prevención frrente a la muerte súbita
1. Algunos bebés se consuelan al acostarlos boca abajo, pero esta medida conlleva un riesgo considerable de padecer la muerte súbita.
2. Si el bebé está sudando o tiene la barriga caliente, hay que quitarle parte del abrigo. No importa si tiene las manos o los pies fríos, esto es normal.
3. En cuanto se entre a un lugar cerrado (casa, autobús, coche, etc.), hay que quitar al bebé el gorro y/o la ropa de abrigo, incluso si esto supone despertarlo.
4. La muerte súbita suele ocurrir durante el segundo o tercer mes, y es rara cuando el bebé tiene más de 6 meses. Es más común en los niños que en las niñas.
5. No existe ningún tratamiento para evitar la muerte súbita, solo seguir las pautas y normas marcadas por el pediatra y tener un mayor control por el especialista en caso de antecedentes en la familia.
Álvaro García
Asesor: Dr. Luis Alberto Vázquez
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