Escuchar llorar a un bebé después de ponerle una vacuna en sus primeros días de vida puede ser una experiencia traumática para muchos padres (y, porqué no decirlo, también para los sanitarios que manejan la aguja).
Hasta ahora suele utilizarse una solución azucarada para que les alivie mientras chupan; aunque el remedio podría ser mucho más ‘cariñoso’. Abrazarles, mecerles y susurrarles al oído consigue paliar aún más el dolor del pinchazo según han corrroborado dos estudios por separado.
Fuente: El Mundo
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/04/19/noticias/1334857498.html