Casi todos los bebés de entre seis u ocho meses pasan por el miedo a los extraños. Este proceso tan frecuente se caracteriza, fundamentalmente, por el miedo y la inseguridad ante las personas y situaciones desconocidas. El miedo a «lo extraño» es un rechazo natural de los bebés, que tiene lugar en torno a los 8 meses de edad.
El miedo a los extraños aparece alrededor de los seis meses y para ayudarle a superar esta inseguridad hay que acostumbrarle a recibir visitas y ponerle a jugar con otros niños desde el primer día…
Llanto y pataletas
Durante la crisis de los extraños, el bebé rechaza con llantos y pataletas estar o quedarse en los brazos de otra persona que no sea mamá o papá. Llora cuando nos ve alejarnos, cuando se despierta y descubre que no estamos allí y se asusta con las separaciones breves.
Todas estas reacciones tienen su explicación. Y es que, será precisamente a partir de los seis u ocho meses cuando el niño comience a comprender que es un ser independiente de sus padres y, por lo tanto, a tomar conciencia de sí mismo como persona.
En cualquier caso, no todos los bebés pasan por esta crisis. Hay algunos niños que desde que nacen son muy sociables y cuando llegan las primeras separaciones no manifiestan ningún tipo de inseguridad o, si lo hacen, es de una forma casi imperceptible.
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Trucos para mitigar el miedo a los extraños
– Espera antes de llevar a tu bebé a la guardería. A partir del año, los bebés están más resueltos para afrontar la separación de los padres y adaptarse mejor a la guardería.
– Contacto con otros niños. Formentar sus relaciones sociales le ayudará a normalizar esta situación.
Miedo a la separación de los padres
Para evitar hacer dramática la crisis de los extraños, evita las despedidas. Conviene tomar la costumbre salir cuando tu hijo/a esté entretenido con algún juego.
Teresa Pereda
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