Son diversos los motivos que pueden llevar a una madre a requerir extraer su propia leche para dársela a su bebé a través del biberón. Esta decisión, ya sea tomada en madres primerizas o ya experimentadas, suele generar muchas dudas: desde cuándo se puede hacer a cómo hacerlo. Por ello, aquí respondemos a las principales preocupaciones al respecto.
Cuándo se puede extraer la leche materna
Hay que elegir bien el momento para extraer la leche materna. Según explican en KidsHealth, algunos expertos opinan que si se empieza a extraerse leche para dársela al bebé utilizando un biberón demasiado pronto, es decir, antes de que el pequeño se haya acostumbrado a la lactancia materna, es posible que el bebé sufra una especie de «confusión» que le lleve a «decidir que el biberón es una opción más rápida y mejor que el pecho materno».
Esto no le pasa a todos los recién nacidos y, de hecho, otros especialistas optan por otras recomendaciones: empezar a sacarse leche desde el principio con el objetivo de «estimular y aumentar su producción». «La leche extraída se puede dar al bebé utilizando un biberón o bien un dispositivo de ayuda a la lactancia en el cual la leche circula por un tubito que se acopla al pezón», comentan en este portal especializado.
Como la reincorporación al trabajo es el principal motivo que lleva a las madres a sacarse la leche, los expertos recomiendan empezar con esta práctica unas dos semanas antes de la vuelta a la rutina laboral, pues no siempre es fácil conseguir que el cuerpo responda al extractor de leche y, de este modo, tendrás más tiempo para practicar. «Es probable que tenga que apelar a la paciencia y que necesite un poco de práctica para producir leche sin la ayuda de su bebé», señalan desde KidsHealth.
Los extractores de leche
Los sacaleches suelen extraer menos cantidades de leche que la que pueda sacar el bebé. Por este modo, y con el fin de optimizar la extracción, los expertos de la Asociación Española de Pediatría recomiendan emplear extractores de leche «en los que la fuerza de succión sea de aumento progresivo«. Asimismo, especifican que es importante asegurarse de que el tamaño de la campana es el adecuado.
Como consejos en caso de dificultad, puedes probar también a realizarte masajes en el pecho antes de iniciar la extracción: «con dos dedos realizas movimientos circulares por todo el pecho, luego realizas un masaje hacia el pezón y finalmente sacudes un poco la mama antes de la extracción», ejemplifican desde esta asociación, que recomiendan también como método de ayuda emplear paños calientes sobre el pecho antes de la extracción.
Sacaleches de segunda mano
En ocasiones, utilizar objetos de segunda mano es una buena forma de ahorrar. Sin embargo, en el caso de los sacaleches los expertos son tajantes: no es aconsejable utilizar extractores de leche usados.
El motivo radica en que en su interior podrían haber quedado retenidos virus y bacterias de la antigua dueña. «Estos gérmenes pueden ser difíciles de eliminar incluso limpiando y esterilizando el aparato repetida y concienzudamente, lo que podría resultar peligroso para la salud de su bebé», advierten desde KidsHealth que, no obstante sí explican que hay extractores de leche de uso hospitalario que están diseñados para ser utilizados por múltiples usuarias, pero en los que cada una de las mujeres empleará su propio conjunto de accesorios.
Almacenaje de la leche extraída
La leche materna tiene propiedades antibacterianas que permiten su almacenamiento por periodos prolongados de tiempo pero, tal y como recuerdan desde la Asociación Española de Pediatría, ésta debe estar en determinadas condiciones.
Leche a temperatura ambiente:
-15ºC: 24 horas.
-19-22 ºC: 10 horas.
-25 ºC: 4 a 6 horas.
-30-38ªC: 4 horas
Leche materna en la nevera: entre 0 y 4 ºC: 8 días. Cuanto más estable sea la temperatura, mejor se conservará la leche, por lo que no se debe poner la leche en la puerta del frigorífico.
Leche materna congelada:
-En un congelador dentro de la misma nevera: 2 semanas.
-En un congelador que es parte de la nevera pero con puertas separadas (tipo combi): 3-4 meses (porque la temperatura varía cuando la puerta se abre con cierta frecuencia).
-En un congelador separado, tipo comercial, con temperatura constante de -19 ºC: 6 meses o más.
Ahora bien, los expertos avisan de que aunque las sustancias protectoras de la leche materna evitan el crecimiento bacteriano, «cuantas más bacterias desaparecen, más defensas se gastan de la leche, por eso, lo ideal es enfriar rápidamente la leche extraída (en un recipiente con agua fría) y después congelarla lo antes posible«. En esta línea, explican que si se realiza la extracción en casa y la leche no se va a utilizar ese mismo día, lo mejor es congelarla. «Si se realiza la extracción fuera de casa, hay que conservarla en una neverita portátil con frigolines y congelarla en cuanto se llegue a casa», sentencian.
Envases para conservar la leche materna
Ya sabemos cuánto tiempo puede aguantar la leche materna pero, ¿dónde almacenarla? «La leche materna extraída debe almacenarse siempre en envases destinados para uso alimentario«, explican los pediatras, que agregan que los mejores envases para congelación son los de cristal, «ya que los de plástico pueden contener sustancias con efectos adversos para la salud». Asimismo, comentan que en el caso de utilizar bolsas de plástico es necesario que se almacenen bien cerradas, dentro de un recipiente rígido, dentro de la nevera, «para evitar pinchazos que supondrían pérdidas o contaminación».
Estos envases, antes de su utilización, deben limpiarse bien con agua caliente y jabón, cuidando mucho su aclaro y dejando que se sequen al aire. «También puede utilizarse el lavavajillas, pero no es necesario esterilizarlos», comentan al respecto.
Cómo descongelar y calentar la leche extraída
Para descongelar la leche, los pediatras aconsejan sumergir el envase en otro con agua caliente en lugar que calentarla directamente. «Es preferible no utilizar el microondas porque el calentamiento es irregular y pueden producirse quemaduras», matizan, al tiempo que señalan que, una vez calentada, conviene agitarla antes de probar la temperatura.
«La leche descongelada se puede guardar en la nevera 24 horas pero no se debe volver a congelar», recuerdan los pediatras, que aseguran que es preferible descongelar pequeñas cantidades, es decir, las que se vayan a utilizar inmediatamente, pues así evitaremos pérdidas de nutrientes y de factores de defensa. Asimismo, recomiendan no volver a almacenar la leche que ya haya probado el bebé.
Olor rancio en la leche extraída
Algunas madres pueden notar que su leche tiene un olor rancio al descongelarla. Según los pediatras, esto se debe a la acción de una sustancia que se encuentra en la leche, llamada lipasa. «El enfriamiento rápido y la congelación posterior evita el enranciamiento en muchas ocasiones», comentan al respecto. Si pese a hacer esto la leche mantiene dicho olor a leche, los pediatras recomiendan escaldar la leche, es decir, «calentar hasta observar que se empiezan a formar burbujas o una ligera espuma en los bordes del recipiente» y luego dejar enfriar y congelar.
Para concluir, estos expertos aseguran que una vez que tiene olor rancio no se puede hacer nada para eliminarlo, pero que esto no quiere decir que la leche esté mala ni que sea perjudicial para el bebé. Ahora bien, otra cosa es que la rechace: la mayoría de los bebés lo hacen por su sabor.
Ángela R. Bonachera