Categorías:

6 ejercicios para jugar y estimular a tu bebé desde el primer mes

Tabla de contenidos

El bebé, al igual que nosotros los mayores, necesita encontrarse a gusto y relajado, es decir, sentirse bien. En los primeros días de su vida cambia de un estado líquido y confortable, donde todas sus necesidades quedaban cubiertas, a una atmósfera aérea con sensaciones nuevas de hambre, sueño, frío, calor, etc.

Para afrontar este cambio el niño demanda constantemente tus atenciones y sobre todo tu cariño y amor. Necesita sentirse querido. Cuando te encuentres relajada y tranquila aprovecha para comunicar a tu hijo todo lo que le quieres.

Es el momento de disfrutar de tu hijo: el vínculo afectivo

Siéntate en una mecedora, toma al niño en brazos y acúnalo con un  ritmo regular y pausado. Descuelga el teléfono, apaga la televisión y la radio; crea un ambiente agradable con música relajante y a poco volumen, que te ayudará a relajarte. Sigue el ritmo de la respiración de tu hijo: inspira y expira al mismo compás. Os sentiréis en armonía y en estrecha relación. Recuerda que durante el embarazo, cuando se encontraba en tu vientre podía oír y sentir tu respiración, por tanto, esta situación le hace evocar un estado placentero.

Cuando lleves un rato en esta posición, cógele con el otro brazo para cambiar de lado su cabecita. Por último, sitúalo frente a ti, mientras con una mano sujetas su espalda y con la otra la cabeza. Cuando le tienes sujeto con un brazo, su cara queda frente a la tuya; los dos oídos y los dos ojos tendrán entonces las mismas oportunidades de ser estimulados.

Observarás que tu hijo te reconoce desde el momento de su nacimiento y con este juego crearás un lazo de unión maravilloso, un ambiente íntimo, un lugar donde los dos os sentiréis felices. La mejor manera de contactar con él es mediante la mirada, las palabras y las caricias. Es más positivo contactar con tu hijo y disfrutar los dos juntos jugando, que llevarlo en los brazos sin prestarle atención. Tu bebé nota, a través de tu piel, tu estado de ánimo. Si estás tranquila, él se sentirá a gusto.

Tu bebé descubre el mundo exterior

Tu bebé desconoce cuáles son sus límites corporales; poco a poco, va descubriendo su cuerpecito y aprende qué cosas puede hacer con sus manitas y sus pies. Necesita comenzar a moverse por su propia voluntad, pero le tendrás que ayudar a despertar su sistema motor y sensorial para alcanzar un reconocimiento preciso de su entorno.

En las últimas investigaciones se ha descubierto que el movimiento de mecer a los bebés ayuda al desarrollo de su memoria, muy útil en la etapa escolar. Además, existe la idea errónea de que los bebés se pasan sus primeros meses durmiendo y comiendo. La realidad nos demuestra todo lo contrario, debemos contactar con él desde los primeros días y, cuanto más nos comuniquemos, mayor será su capacidad de establecer contacto con los demás.

Por otro lado, debes procurar variar su posición en la cuna, pues los bebés necesitan expandir sus conocimientos y observar su entorno desde distintos ángulos. Los ojos se van acostumbrando a observar el movimiento y comienza el cálculo de las distancias, habilidad visual que se adquiere por la experiencia.

Ejercicios para jugar y estimular a tu bebé desde el primer mes

Ejercicio 1. Mi primera pelota

Objetivo: despertar su sistema motor y sensorial. Desarrollo de la memoria.

Actividad: con una pelota de playa sobre una toalla, te sitúas de rodillas y colocas suavemente al bebé boca abajo sobre el balón, sujentándolo con las palmas de las manos, a la altura de su cintura.

Con los dedos agarras el balón y empujas suavemente hacia delante y hacia atrás, en un balanceo de corto recorrido, como acunándolo. Luego de derecha a izquierda, para terminar describiendo círculos de poca amplitud hacia los dos lados.

Observaciones: en los primeros días desinfla un poco el balón para que se sienta más a gusto.

Ejercicio 2 . Ayudo a mamá a ponerse en forma

Objetivo: desarrollo de su capacidad de comunicarse con los demás.

Actividad: sentada en el suelo, cruza los pies y encoge un poco las rodillas. Acomoda entre los muslos al bebé, centra su cabecita y sujétale con una suave presión. Levanta lentamente las piernas del suelo, flexionadas. Notarás que se tensan los músculos de tu abdomen, son los abdominales de los ejercicios postparto. Contacta con el pequeño a través de la mirada, del habla, sonríele y dile frases cariñosas, repitiendo constantemente su nombre.

Observaciones: sonríe para transmitirle un mensaje positivo.

Ejercicio 3. Mi bebé va en barquita

Objetivo: cálculo de las distancias.

Actividad: sentada en la cama, con una mano sujeta su cabecita por debajo y con la otra sujeta el culete. Flexiona los brazos, acercando el niño a tu cuerpo, pero sin llegar a apoyarlo para que quede un poco suspendido en el aire. Mécele con movimientos amplios, como el bamboleo de un barco, hacia un lado y hacia el otro, con recorridos cada vez más amplios, hasta poner al bebé en posición vertical. Le retienes así unos segundos. Su campo de mirada es de 180 ºC ,  como la de un adulto, que será la que utilice cuando se ponga de pie.

Observaciones: con este juego le infundes seguridad al niño, siempre y cuando lo realices muy segura de tus movimientos.

Ejercicio 4. Moviéndome en libertad

Objetivo: animarle a que comience a moverse.

Actividad: colócale en el centro de la cama, desnudo o con pañal, para proporcionarle mucha libertad a su cuerpecito. Nunca lo dejes de mirar. Boca arriba, sus brazos y piernas pueden moverse y le proporcionamos buen campo visual. Luego dale la vuelta y sitúalo boca abajo; le ayudamos con la digestión, respiración, circulación y le proporcionamos un espacio para desplazarse. Después tumbado a un lado y luego del otro. Así, obtendrá el enriquecimiento del medio ambiente que lo rodea.

Observaciones: tu bebé puede desplazarse. Si está sobre el cambiador, ponle siempre una mano encima, cuando no lo estés mirando.

Ejercicio 5. Imitando a mamá

Objetivo: proporcionarle sus primeros aprendizajes.

Actividad: siéntate con las rodillas flexionadas y coloca sobre tus muslos a tu bebé, mirándole directamente a los ojos y sin hacer ningún ruido. Entonces saca la lengua, con un gesto exagerado. Espera un poco y vuelve a repetirlo. Sorprendentemente, observarás el intento del bebé por imitarte y notarás cómo saca ligeramente la punta de su lengua. También puedes abrir y cerrar mucho la boca con gesto amplio, a ritmo lento y pausado. Tu niño también tratará de mover su boquita. Sonríele con exageración, o intenta otros gestos.

Observaciones: puedes emitir voces, gorjeos, cantar, hablar, etc. El aprendizaje global sensorial fomentará su inteligencia.

Ejercicio 6. El despertar de los sentidos

Objetivo: desarrollar su inteligencia a través del oído.

Actividad: sentada en el suelo, con tu bebé sobre los muslos flexionados, muéstrale objetos que tengan diferentes sonidos. Para que él los pueda observar, sitúalos a unos 25-30 cm. de sus ojos y agítalos suavemente para llamar su atención. Primero hazlo sonar a un lado de su cabecita y luego en el otro. Observarás que lo que el niño percibe primero es el sonido y luego trata de llevar sus ojos hacia el objeto del que procede.

Observaciones: puedes canturrearle alguna canción infantil y mecerle suavemente con tus piernas.

Mª Carmen García-Castellón. Psicóloga. Máster en Neuropsicología y Educación. Coautora del libro Todo un mundo de sensaciones.

Te puede interesar:

Los ojos del bebé y la estimulación visual

El desarrollo visual del bebé, ¿cuánto ve el recién nacido?

Estimulación para bebés en la cuna

Ejercicios de estimulación acuática para bebés

Otros artículos interesantes