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Cuidados ante un resfriado

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Con dos años probablemente nuestro bebé haya sufrido entre ocho y diez resfriados, sobre todo si acude a la guardería. Éstos son causados por ciertos virus que circulan por el aire, siendo fácil su contagio. Por eso, es necesario conocer las claves para tratar un resfriado. Aquí te damos algunas ideas para sobrellevarlo mejor y saber cómo afrontarlo.

La causa de los resfriados suele ser un virus fácilmente contagioso, que en los bebés puede debilitar los sistemas de defensa y favorecer la entrada de bacterias que provoquen otras complicaciones como bronquitis o infecciones de oído. Así, lo más corriente será que el catarro dure entre tres y diez días y que le afecte a la nariz, puede que tosa un poco e, incluso, que tenga fiebre. Tampoco es síntoma de alarma, el que, pasada la fiebre, siga sin ganas de comer, pues la infección puede afectarle ahora al estómago.

Entre los cuatro meses y los dos años, los niños tienen una gran facilidad para agarrar los catarros pero hacia los dos o tres años, esta afición al estornudo remitirá sin ayuda. Sin embargo, debemos guardar ciertas precauciones en estos primeros catarros.

6 consejos para tratar un resfriado 

1.  Acudir al médico. En principio, estos procesos no revisten importancia, pero si la fiebre o la congestión duran más de tres días, o le molesta el oído, debemos consultar al pediatra.Tan sólo el médico puede determinar la necesidad de un medicamento para el bebé, y será él quien determine la cantidad y periodicidad de éste.

2.  Hacer vida normal. Un bebé acatarrado debe seguir su vida normal, sus paseos, baño, etc., salvo que tenga fiebre o infección.Aún en invierno, el niño debe tener su paseo diario. Las mejores horas son la última de la mañana y la primera de la tarde en invierno, y la primera de la mañana y la última de la tarde en verano.

3.  Utilizar un humidificador. Es posible que, si los catarros son muy constantes, el pediatra aconseje utilizar un humidificador en el cuarto, o administrar gotas para la nariz, pero sólo las usaremos bajo prescripción, y después de haber limpiado las fosas nasales del niño.Para ello, tendremos que inclinar su cabeza hacia atrás y mantenerle un minuto así tras ponerle las gotas.

4.  Evitar el exceso de abrigo. En casa tampoco debemos abrigarle demasiado, para que su cuerpo aprenda a regular la temperatura. La temperatura del hogar debe rondar los 20-22 ºC, y también debemos evitar las corrientes.

5.  Eliminar vías de contangio. Sin llegar a obsesionarnos, debemos procurar eliminar las posibles vías de contagio para el bebé. Por ejemplo, si es papá o mamá el que se acatarra, procurará lavarse las manos para jugar con el niño o preparar su comida y evitará toser encima o darle a probar de su sopa.

6.  Utilizar métodos tradicionales que ayudan son el baño templado y darle líquido a menudo. Además, podemos recurrir a algunas técnicas como el cuentagotas para verter el jarabe directamente en la garganta y evitar que lo escupa. También tiene buen resultado hacerlo sobre el lateral de la boca y apretar las mejillas del niño. Inmediatamente, le pondremos el chupete.

Marisol Nuevo Espín

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