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Crianza con apego: beneficios y mitos

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Criar al bebé teniendo en cuenta sus necesidades, respetando sus ritmos, con empatia y sobre todo con amor, es lo que se llama «crianza con apego». Criar estando a la escucha del bebé, proporcionando seguridad y confianza, da desde el minuto uno y a largo plazo, tiene múltiples beneficios para el bebé y para la persona que será en el futuro.

5 beneficios de la crianza con apego

1.   Bebés más felicesSaben que sus necesidades son escuchadas y atendidas, con lo que fuera estrés y ansiedad ante la incertidubre. Saben que son respetados y que tienen un lugar en su núcleo familiar.

2.   Bebés más descansados. Los bebés que a lo largo del día han sido abrazados, atendidos y cuidados desde el cariño, por la noche descansan mejor porque los centros de la ansiedad y del estrés no han sido activados.

3.   Confianza y autonomia. El bebé siente que su entorno es seguro. El ambiente creado a través del vínculo positivo entre la madre y el bebé le proporciona la seguridad para querer avanzar, para experimentar, para explorar más allá. Está motivado para aprender, para perseverar sin fustraciones. Un desarrollo desde la confiaza que le llevará a la autosuficiencia, la autonomía.

Crianza con apego

4.   Mayor autoestimaSiguiendo en linea con la confianza y la autonomía está la autoestima. Un bebé que se siente amado, respetado y que tiene un lugar en la familia, en un futuro sabrá afrontar los retos que se le presenten porque cree en sí mismo y valorará a sus semejantes.

5.   Relaciones personales positivas. Los bebés que desarrollan un apego positivo con sus padres saben, sienten que a pesar de que sus padres se ausenten, volverán y se «atreven» a establecer lazos de confianza con otras personas (familiares, cuidadores…), lo que les proporcionará la confianza necesaria para poder relacionarse con los demás.

5 creencias erróneas de la crianza con apego

‘Los niños que colechan tienen una mala calidad de sueño’

Los bebés tienen un ritmo diferente de sueño que los adultos. Su naturaleza hace que se despierten para comer. Tanto los bebés que colechan como los que duermen en su habitación se despertarán a lo largo de la noche. El tiempo que se tarde en cubrir sus necesidades hará que se despejen o no y sigan durmiendo. El colecho permite responder rápidamente y tanto la madre como el bebé se duermen de nuevo con facilidad y a pesar de la rupturas de sueño, están descansados.

‘Los niños han de aprender a dormir solos y en su habitación’

Los bebés necesitan un entorno seguro para crecer. El bebé no tiene el bagage ni las herramientas para procurase un habitat idóneo para su desarrollo. Los padres han de proporcionarle la seguridad, el calor, la protección necesaria para como en el caso de dormir, se sienta en seguridad y duerma tranquilo sin el miedo, el estrés a lo desconocido, sin la angustia de la separación de sus cuidadores. Sólo dormir.

‘Llevar al bebé siempre en brazos le hará inseguro’

Portear al bebé favore el apego positivo con sus cuidadores. El bebé se siente protegido y con confianza para interactuar con el exterior sabiendose seguro en brazos. Está integrado en las actividades y esto favorece el desarrollo de la autoestima al verse incluido en la dinámica del día a día de su cuidador. Desde los brazos el bebé comparte con su cuidador sus vivencias, ve las reacciones que los estimulos exteriores ejercen en su porteador y aprende a discernir las situaciones amenazantes de las que no lo son, lo que acelerará la relación social del bebé con los demás.

‘Hay que dejar llorar al bebé, no ir a cada demanda porque si no, se te subirá a la chepa’

Los humanos son los únicos mamiferos que nacen sin estar desarrollados neurológicamente. Su celebro es primitivo y está «programado» para cubrir las necesidades básicas de supervivencia del recién nacido. Con el tiempo se desarrolla en procesos más complejos y no es hasta los 3-4 años que el ninño comienza a tener la capacidad de comprender el doble sentido de las cosas, las consecuencias de los actos, por ejemplo; hace frio, hay que abrigarse o me resfriaré. Comienzan a tener la capacidad de manipular, de sentir empatía, etc. Es por eso que si un bebé llora  cuando lo pones en la cuna, sales de la habitación o justo cuando consigues dormir, no es para provocarte, no es  porque quiera divertirse a tu costa, es simplemente porque necesitan algo que no pueden proporcionarse sólos.

«La falta de apego, por el contrario, genera una reacción opuesta. Al punto de poder generar lo que se conoce como Trastorno Reactivo del Apego. Cuyo resultado son adultos inseguros e incapaces de mantener relaciones saludables y permanentes con los demás. Usan a las personas para conseguir sus fines, sin remordimientos. Pueden consentir a una relación, pero no se involucran emocionalmente». Eso es una forma de resistencia.

Marián Zamora Saborit. Fisioterapeuta, Psicomotricista infantil en educación. Técnico en Método Pilates. Autora del blog Mímate un poco.

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