En invierno, los agentes externos como las bajas temperaturas, el viento, el frio, la lluvia… y otros propios de la climatización en interiores como la calefacción ponen en riesgo la piel dando lugar a irritaciones y descamaciones propias de la sequedad. La piel es nuestra barrera frente al exterior y requiere de cuidados específicos en todas las estaciones, pero en invierno mucho más.
Además, si los adultos debemos extremar cuidados en la estación invernal, no podemos olvidar que la piel de los bebés es cinco veces más fina que la de los mayores, por lo que es fundamental mimarla e hidratarla para evitar problemas en la piel de los bebés.
Características de la piel del bebé
1. La piel del bebé es cinco veces más fina que la de un adulto por lo que en invierno es fundamental extremar sus cuidados
2. Hay que limpiar e hidratar la piel con productos específicos que preserven la formación del manto ácido y con ingredientes ricos en nutrientes
3. Es imprescindible proteger el cutis de los agentes externos que más afectan en invierno: el frío y el viento.
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Consejos para cuidar la piel del bebé en invierno
Durante los primeros de vida del bebé, su piel es químicamente menos ácida, por lo que corre más riesgo de contraer alguna enfermedad de tipo infeccioso. Para prevenir alteraciones en la piel del bebé, sigue estos consejos:
1. Evita bañar al bebé en agua muy caliente, sobre todo los días de mucho frío, para que la piel no se reseque o se agriete. El agua de la bañera del bebé debe oscilar entre los 30-35 grados y el tiempo de duración ideal es de unos 15 minutos.
2. Utiliza productos que limpien e hidraten correctamente la piel sin dañarla como los que preservan la formación del manto ácido de la piel. Estos productos contienen ingredientes que limpian a la vez que hidraten. Por eso, deben contener ingredientes ricos en nutrientes y sin parabenos.
3. Hidrata la piel del bebé con un masaje después del baño. El masaje además de ser beneficioso para la piel, relaja y ayuda a estrechar el vínculo con el bebé. Los productos hidratantes para masaje deben tener un pH 5.5 y una textura ligera y de rápida absorción.
4. La piel de la cara del bebé necesita cuidados específicos debido a que es la queda más expuesta al frío y al viento, ya que no se puede tapar. Conviene protegerla de los agentes externos con una crema hidratante específica para la cara que nutra en profundidad y la proteja de las agresiones externas y, además, sirva de protección contra los rayos UVA/UVBA.
5. Para evitar picores y granitos en el resto del cuerpo conviene abrigar al bebé en su justa medida, ya que cuando se les abriga en exceso al sudar se corre el riesgo de que aparezcan algunos granitos que les provoquen picores y molestias en la piel del bebé. La mejor recomendación es ponerles una capa más de ropa que los adultos.
6. La sequedad de la piel se evita con el uso de productos humectantes que garanticen una óptima hidratación, pero también usando correctamente la calefacción para evitar que en casa el ambiente esté reseco. La temperatura en casa debe rondar los 20-22 grados y se pueden utilizar humidificadores que ayudarán a preservar la deshidratación de la piel.
7. Los alimentos y los líquidos en cantidad suficiente también son importantes para hidratarnos por dentro. La alimentación es clave en invierno para ayudar al bebé a preservar su sistema inmunológico. Además, durante el invierno también debe beber la cantidad agua adecuada, ya que es una de las bases para tener una piel cuidada e hidratada.
Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Suavinex
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