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Las 3 claves de la lactancia materna

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Muchos de los abandonos de la lactancia ocurren porque no estamos bien asesoradas y no conocemos las 3 claves de la lactancia materna. No hay leche escasa, ni de mala calidad; nuestra especie depende totalmente de este alimento para seguir existiendo, así que la naturaleza se ha encargado de que nuestro código genético asegure la estabilidad en su producción y composición.

Si hay algo que todos los padres y madres tenemos meridianamente claro es que queremos lo mejor para nuestros hijos, desde el primer momento en el que somos conscientes que están entre nosotros, cuando sentimos los primeros síntomas de embarazo. Nos preocupamos porque nuestro bebé tenga lo mejor y, tanto el padre como la madre, comenzamos desde el principio a buscar el bienestar de nuestro hijo. 

Causas del abandono de la lactancia materna

Cuidamos de la alimentación en el embarazo, ayudados por los consejos de profesionales y los conocimientos que nosotros mismos hemos ido adquiriendo sobre nuestro propio organismo. También mantenemos forzosamente abierto un «buzon de sugerencias» a amigos y familiares; comenzamos a «documentarnos», leyendo casi todo lo que cae en nuestras manos.



Sin embargo, al tener a nuestro bebé en brazos aparecen nuevas dudas, nos enfrentamos a la lactancia materna, una forma de alimentación para la que carecemos de experiencia y de la que nos llegan informaciones, creencias y mitos muy contradictorios. En ocasiones, no contamos con la destreza práctica de las abuelas de la familia, ya que muchas de nuestras madres tuvieron sus hijos en pleno «boom» de las primeras leches artificiales. Somos hijos de la «generación perdida» para la lactancia materna y en la que se ha roto la cadena de transmisión de conocimiento. 

Con nuestro hijo ya en brazos surgen el ¿puedo?, ¿cómo? y ¿hasta cuándo? Son preguntas difíciles de contestar, si no tenemos o sabemos a quién acudir. Muchos de los abandonos de la lactancia ocurren porque no estamos bien asesoradas y debido a la vuelta al trabajo. Nadie sabe responder con seguridad y eficacia a nuestras preguntas y problemas; un pecho que duele nos conduce a un niño que llora y no podemos consolar, y ante la duda, sin ayuda, no nos queda más remedio que abandonar.

¿Puedo dar el pecho a mi bebé? Confía en ti misma

La lactancia materna es el alimento específico de nuestra especie, es tan segura y eficaz que ha permitido la supervivencia del hombre durante millones de años. No hay leche escasa, ni de mala calidad; nuestra especie depende totalmente de este alimento para seguir existiendo, así que la naturaleza se ha encargado de que nuestro código genético asegure la estabilidad en su producción y composición.  

Tan sólo en situaciones de malnutrición crónica puede afectarse la composición de la leche, y en casos de deshidratación severa también se verá afectada su producción. Sólo en situaciones de desnutrición extremas se resiente la calidad de la leche. Y aun así, la lactancia es lo que sostiene la vida de los niños en las zonas de la tierra donde hay hambrunas.
Así que, recuerda, si has decidido amamantar a tu hijo y aunque suene a campaña electoral: «Sí, tu puedes!».

Las tres ‘ces’ de la lactancia

1. C de Confianza en que puedes: si millones de generaciones lo han hecho, tú también puedes.

2. C de Colocación correcta del bebé al pecho: un bebé que se posiciona mal al pecho tendrá dificultad para succionar correctamente.

3. C de Continuidad en las tomas: a demanda, olvídate de lo de diez minutos de cada pecho cada tres horas. La lactancia, especialmente en los primeros meses, ha de realizarse a demanda. Solo así conseguirás que tu cuerpo genere suficiente.

Si  surgen dificultades, busca apoyo en otra madre «experta», en algunas de las redes de apoyo a la lactancia o en un consultor en lactancia (IBCLC).

¿Hasta cuándo debo continuar con la lactancia materna?

En la actualidad la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) recomiendan mantener la lactancia hasta los dos años o más, en todos los países del mundo. Sin embargo, el patrón de duración de lactancia en los humanos hasta hace menos de 100 años ha sido de 3 a 4 años con variaciones entre el año y los 7 ó más. Todavía hay sociedades y culturas en las que la lactancia prolongada es lo normal.

Pero, sobre todo, la lactancia puede prorrogarse hasta que la madre y el hijo lo decidan; y en ésta no hay calendarios ni intermediarios, es una decisión personal de la madre y de la familia.

Ventajas de oro de la lactancia materna

La Asamblea de Salud Mundial (WHA) adoptó en 1992 la «Declaración de Innocenti», que reconoce la lactancia materna como un proceso único que:
– Proporciona la nutrición ideal al lactante, contribuyendo al crecimiento y desarrollo saludables.
– Reduce la incidencia y gravedad de las enfermedades infecciosas, disminuyendo la morbilidad y mortalidad infantiles.
Promueve la salud de la mujer al reducir el riesgo de cáncer de mama y de ovario, y al aumentar el intervalo entre embarazos.
– Proporciona beneficios sociales y económicos para la familia y la comunidad.

¿Qué es un Consultor Acreditado de Lactancia Materna?

Sus siglas en inglés son (IBCLC), International Board Certified Lactation Consultant). Es un profesional de la salud especializado en el manejo clínico de la lactancia maternal, que cuenta on el conocimiento y experiencia práctica necesarios para proporcionar ayuda cualificada sobre lactancia materna. El titulo de IBCLC ha de re-acreditarse cada cinco años. Los IBCLCs están certificados por la Junta Internacional de Examinadores de Consultores en Lactancia, Inc., bajo la dirección de la Comisión Nacional de EE.UU. para Agencias de Certificación.

Conchita Requero
Asesoramiento: Red de apoyo a la lactancia materna: www.LaLigaDeLaLeche.es
Para saber más: Un regalo para toda la vida: guía de la lactancia maternal. Autor: Carlos Gonzalez.  Ed. Temas de Hoy.

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