Los pies de un bebé son muy delicados porque están en proceso de formación. Los padres hemos de poner cuidado a la hora de proteger y calzar sus piececitos, y no es fácil, porque el crecimiento del bebé marca diferentes pautas a la hora de cubrir esta parte del cuerpo tan vulnerable.
Calzar a un bebé no es una cuestión trivial. Los pies de nuestro pequeño van a sostenerlo durante el resto de su vida, y por eso, hemos de prestar especial atención y cuidados.
Los zapatos de bebés: tres categorías según la edad
1. Bebés que no caminan
Los pediatras recomiendan mantener desnudo el pie del bebé hasta que comience a gatear y dar sus primeros pasos, con el fin de que desarrolle fuerza muscular y el correcto agarre de los dedos. Pero en caso de que haga frío, debemos abrigar los piececitos de nuestro hijo, ¿y cómo lo hacemos? Puesto que el bebé no camina, no necesita zapatos, y con unos calcetines o patucos estará muy bien. Estos han de ser de materiales suaves, cómodos, aireados y blanditos, como la lana, la tela, la piel, la lona o el punto. Todo lo más cómodo que sea posible, y cuidando que no produzca roces ni molestias.
2. Primeros pasos del bebé
Cuando nuestro bebé comienza a descubrir mundo, a gatear, a explorar y a mantenerse de pie, aún es recomendable que siga con los pies desnudos hasta que camine con cierta seguridad. Pero en caso de que queramos cubrir sus pies para evitar daños y frío, podemos hacerlo con «zapatos de aprendizaje», es decir, con un calzado liviano, de telas suaves, hipoalergénico y con base antideslizante, de manera que el bebé pueda practicar con seguridad, adherencia y agarre.
3. Zapatos para bebés que caminan
Es ahora cuando va a necesitar sus primeros zapatos, unos zapatos de verdad. Para ello, buscaremos un calzado que le permita libertad de movimientos y realizado con materiales naturales, como el cuero, forro y capellada, y que cuente también con un contrafuerte para dar estabilidad y firmeza a los pies del bebé.
Calzado para los niños que comienzan el curso escolar
Para el inicio del curso escolar, Asepri (Asociación Española de Productos para la Infancia) advierte que los padres han de tener en cuenta la importancia de escoger zapatos adecuados para la etapa escolar con el fin prevenir futuros problemas en el desarrollo de los pies, que sean cómodos, de materiales de calidad, transpirables y que sujeten bien el pie. Destaca también la necesidad de acertar en la talla, de manera que no quede ajustado ni grande, ya que en este último caso puede producir torceduras o caídas por falta de sujeción.
El calzado debe ser de fibras naturales, de piel o lona que permita la transpiración para evitar las irritaciones y la aparición de hongos. Es recomendable el que tenga las suelas antideslizantes y material flexible que no impida sus movimientos. Asimismo, aconseja no usar cada día los mismos zapatos y no utilizar calzado prestado o heredado.
Consejos para los primeros zapatos de los niños
– No debemos calzar a un bebé con zapatos hasta que este comience a caminar. Además, no debemos forzarle a caminar.
– Su primer calzado ha de ser blandito y muy suave, preferentemente de piel.
– Presta atención a estas situaciones: los zapatos presentan deformidades o desgaste anormal o excesivo, las alteraciones en la forma de los puentes o arcos (bóveda plantar), sobre todo si el niño manifiesta dolor; y a la mala alineación en la zona pierna-pie a nivel de los tobillos (talón hacia fuera o hacia dentro).
– El calzado de bebés suele tener aplicaciones y adornos, vigila que estén bien cosidos, ya que pueden llamar la atención del pequeño y metérselos en la boca.
– No compres calzado de unas tallas más grande para el bebé que ya camina con la idea de ahorrar y de que le sirva por más tiempo. Como mucho, hemos de procurar que le sobre unos pocos milímetros para que pueda mover los deditos.
Cristina Murcia
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