La Asociación Americana de Pediatría apoya el uso de chupete durante las horas de sueño del bebé, por su correlación entre la prevención del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante y el uso del éste para dormir durante el primer año de vida. Sin embargo, el uso excesivo de chupete está relacionado con puntuaciones más bajas en las pruebas de empatía y toma de decisiones basándose en el humor de otros.
La mayoría de los recién nacidos tienen un fuerte reflejo de succión; muchos de ellos succionan sus deditos incluso antes de nacer. Más allá de la nutrición, para los bebés succionar proporciona una sensación de calma, relajación, seguridad y placer.
Después de nueve meses en un ambiente monocromático y estable, se ven enfrentados a un mundo colorido, ruidoso, impredecible y ciertamente abrumador. Frente a esta nueva realidad, un chupete puede ser un gran aliado.
Ventajas e inconvenientes del chupete para los bebés
– Previene el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL). La Asociación Americana de Pediatría publicó un artículo apoyando el uso de chupete durante las horas de sueño del bebé. Resaltan una significativa correlación entre la prevención del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) y el uso de chupete para dormir durante el primer año de vida. Esta conclusión también se ve apoyada por la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Española de Pediatría.
– Riesgo de infección del oído medio. Por otro lado, los expertos vinculan el uso de chupete con un mayor riesgo de infección del oído medio. No obstante, estas infecciones tienen una incidencia más baja entre el primer mes de edad y los seis meses, coincidiendo con el periodo de mayor incidencia de SMSL.
– Riesgo de interferencia con la lactancia. Otros estudios también indican que usar chupete puede interferir con la alimentación de los bebés. Succionar de un pecho y de una tetina o chupete es diferente. El bebé utiliza la lengua con fuerza para extraer la leche del pecho o biberón, mientras que la técnica es diferente al succionar un chupete. Razón por la cual la introducción del chupete no se debe hacer antes de que la lactancia esté bien instaurada para que no confunda ambas técnicas. Tanto la Asociación Española de Pediatría, como la Americana, y la Asociación Mundial de la Salud sugieren esperar hasta que el bebé tenga un mes de edad antes de introducirles al chupete.
– Alteraciones en la dentición. La Academia Dental Pediatría Americana explica que la succión excesiva de objetos tiende a poner presión en los dientes frontales, alterando el crecimiento normal de la boca y la alineación de las piezas al salir los dientes permanentes. Por este motivo, se recomienda que los niños dejen el chupete antes de los 2 años de edad.
Efectos a largo plazo del uso del chupete
Hasta ahora el uso del chupete sólo parecía tener efectos a corto plazo, pero estudios recientes están demostrando lo contrario. En septiembre 2012, se publicó el primer estudio que parece vincular el uso del chupete durante la infancia y consecuencias cognitivo-emocionales en la posteridad. La Dra. Niedenthal, de la Universidad de Wisconsin-Madison, encontró una fuerte correlación entre el uso constante de chupete en bebés y resultados bajos en diferentes medidas de madurez emocional tras realizar tres estudios que apuntan a que tanto niños como hombres mayores que usaron sin limitación un chupete durante su infancia padecían de una medida pobre de madurez emocional. Estos estudios revelaron consistentemente que el uso excesivo de chupete está relacionado con puntuaciones más bajas en las pruebas de empatía y toma de decisiones basándose en el humor de otros. También eran menos propensos a imitar emociones faciales ajenas.
Esta investigación en un primer momento también incluyó niñas y mujeres, pero no se encontró ninguna conexión entre el uso de chupete y el sexo femenino. Sugieren que se debe a diferencias en la expectativa social. Muchos expertos en Psicología Social concuerdan que se promueve que las niñas sean emocionales y estén en sintonía con sus sentimientos, mientras que se espera que los niños sean fuertes y duros. Teniendo en cuenta estos datos, es posible que los padres compensen el impedimento del chupete en las niñas con una mayor estimulación emocional.
Para pensar: ¿cuánto chupete y cuándo?
En definitiva, lo importante no es «¿chupete o no chupete?», sino «¿cuánto chupete y cuándo?».
– El uso del chupete diurno -y en momentos de interacción- parece que puede ser una muleta o impedimento para el desarrollo emocional de los niños. Por otra parte, su uso durante la noche en el primer año de vida no limita la interacción comunicativa y, por lo contrario, previene el SMSL.
– Es comprensible que el chupete se convierta en un elemento de seguridad para un bebé. Mientras la mayoría de niños empiezan a fijar su seguridad en diversos objetos, dejando el chupete de lado, hay otros que necesitan un poco de ayuda para romper este hábito.
– En bebés mayores de seis meses y menores de dos años se puede considerar la técnica de distracción como una buena manera de dejar el chupete. Actividades, juguetes y objetos de afecto, como una mantita o un peluche, pueden servir de distractores ante el deseo de saciar su inseguridad con un chupete.
– En niños mayores de dos años se pueden utilizar técnicas como la de tener una pequeña ceremonia de guardar o tirar el chupete, incluso permitir que el niño cambie su chupete por un libro o juguete especial. También se puede recurrir al dentista del niño, quien le puede explicar el impacto potencial del uso del chupete en sus dientes. Y, ahora que se acercan las fiestas navideñas, podemos animarle a que se lo regale a los Reyes Magos* ¡seguro que le traerán un montón de regalos por ser tan mayor!
Maite Balda. Psicóloga especializada en Neurociencia Cognitiva
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